ESPAÑA, TERCER PAÍS EN EL RÁNKING DE FUSIONES Y ADQUISICIONES DE EMPRESAS EN 2006
- El presidente del Instituto de Analistas Financieros señala que distinguir empresa y marca cada vez es más difícil
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España se situó en 2006 como tercer país a nivel mundial en fusiones y adquisiciones de empresas, tanto por el número de operaciones como por su valor conjunto, sólo superado por Estados Unidos y Gran Bretaña, al cierre de ese ejercicio.
Según el estudio "El valor de la marca en los procesos de opa y opv en España", de la consultora Summa, en 2006 hubo 1.050 movimientos corporativos, con un valor conjunto de 190.000 millones de euros (un 70% más que en 2005).
En cuanto a los procesos de opa que se produjeron en ese año, en un 7% se optó por la creación de una marca corporativa específica, en un 19% se sumaron las marcas de las compañías opantes, en un 64% se mantuvieron por separado ambas marcas (como SOS Cuétara tras su fusión con Koipe) y en un 10% predominó la marca dominante (como en el caso de la adquisición por parte del Barclays Bank del Banco Zaragozano).
Según explicó el consejero delegado de Summa, Conrad Llorens, en un 50% de las salidas a Bolsa realizadas en 2007 hubo un cambio de marca o una renovación de la identidad corporativa, destinado a adecuar el mensaje de las grandes compañías españolas a su nueva realidad empresarial.
Tal fue el caso de compañías como Almirall, Criteria, Fluidra, Iberdrola Renovables y Renta 4 (el 50% de las 10 salidas a Bolsa del año pasado).
El estudio señala que el 22% de las empresas que salieron al parqué tras una opa dedicaron en el folleto informativo un apartado específico para la futura gestión de marca.
Según el presidente del Instituto Español de Analistas Financieros, Xavier Adserá, "distinguir empresa y marca cada vez es más difícil".
De ahí la necesidad de "invertir en marca, cuidarla, ya que es un elemento esenciual, que genera valor y ventaja competitiva".
La marca de una empresa, según Adserá, es la parte más visible de una compañía, por lo que gran parte de su valor reside en ella.
"Los mercados a veces sobrevaloran, al alza o a la baja. Pero el valor real de una empresa y su cotización bursátil se acaban ajustando, a largo plazo", dijo. De ahí que algunas caídas en Bolsa no signifiquen una pérdida real de valor como, a su juicio, puede ser el caso de Astroc.
(SERVIMEDIA)
10 Ene 2008
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