El Ministerio Público entiende que no está "suficientemente acreditado que los hechos, que motivaron la formación de la causa, sean constitutivos de delito" y que no se ha podido esablecer una relación directa entre las declaraciones realizadas con los actos de violencia que se hayan producido en el País Vasco, por lo que también desiste de acusársele de incitación al terrorismo.

La Fiscalía recurre a jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Constitucional y afirma que el derecho a la libertad de opinión y a manifestarla en el ámbito de la lucha política "constituye una condición necesaria para el adecuado desarrollo de los valores propios de una sociedad democrática".

En ste sentido, señala que "no es tarea del derecho penal corregir los excesos o sancionar el exabrupto y las descalificaciones personales cuando aquellas discurren en un ambiente de suficiente tensión política que sirve de contexto a unas expresiones, a las que hay que conferir una mayor tolerancia dado el clima de apasionamiento y descalificaciones que suelen caracterizar debates como los que aquí se analizan".

Permach pidió a los 3.000 simpatizantes de la izquierda abertzale que se reunieron en la captal vizcaína, que plantasen cara al "enano mental y a su cuadrilla de fascistas", en alusión a Aznar, y animó a los asistentes a la manifestación a "salir a la calle y responder con contundencia" a la ilegalización de Batasuna.

"Se equivoca ese enano mental de Aznar, ese fascista que hace pocos años se paseaba con la camisa azul, cuando dice que ya está bien. Somos los vascos y las vascas los que decimos que ya está bien", indicó el responsable de Batasuna en la concentración.

Finalmente, acusó a Gobierno de de recurrir a la guerra sucia, la tortura y al encarcelamiento de la formación ilegalizada para "acabar" con la izquierda abertzale.