Los delincuentes eran dos hombres, uno de los cuales, el que representaba el papel de tonto, de unos 40 años de edad y 1'70 metros de estatura, según explicó la víctima a los policías.

Una vez ejecutado el timo, los dos individuos escaparon en un coche rojo, uya matricula ignora el denunciante.

A pesar de su simplicidad aparente, el timo del "tocomocho" sigue en plena actualidad en nuestros días. Según Manuel Jiménez, director de Comunicación y Relaciones Públicas del Cuerpo Nacional de Policía, el 90 por ciento de las víctimas son personas mayores de 60 años.

También contó cómo los timadores "suelen ser siempre los mismos; son clásicos. Es más, el aprendizaje de los trucos es transmitido de padres a hijos, dado que hay famillias enteras que se dedicn a esta actividad delictiva".