Salud visual

El estrés provoca patologías oculares como la coriorretinopatía serosa central que afecta a la retina

MADRID
SERVIMEDIA

El estrés y la ansiedad provocan patologías oculares como la coriorretinopatía serosa central o acumulación de líquido debajo de la retina que ocasiona distorsión de la visión, según el III Barómetro de Bienestar Ocular presentado este martes en Madrid.

Con motivo de la celebración el 12 de octubre del Día Mundial de la Visión, hoy se presentaron las conclusiones del III Barómetro de Bienestar Ocular de Miranza que puso de manifiesto que el 75% de los encuestados percibió su salud ocular como “razonable” frente al 3% que la describió como “buena o excelente.

Además, la mitad de los participantes reconoció tener estrés o ansiedad, un colectivo que peor valoró su estado ocular. En rueda de prensa, el oftalmólogo de Vissum Grupo Miranza de Alicante, el doctor Jorge Alió del Barrio, aseguró que “actualmente sufriendo las consecuencias de dos epidemias que impactan en la salud y el bienestar ocular. Una de ellas es la ansiedad y el estrés”.

“Además de provocar de forma directa alguna patología como la coriorretinopatía serosa central, que afecta a la retina, comportan un mayor riesgo de sufrir diabetes, problemas del sueño, trastornos alimentarios y migrañas, lo cual repercute en la visión y empeora procesos como el ojo seco”.

AUMENTO DE LA MIOPIA

La segunda gran epidemia que amenaza la salud y bienestar ocular de los españoles es el abuso de pantallas, que aumenta la miopía infantil, los espasmos acomodativos especialmente entre las personas con presbicia o vista cansada, y el ojo seco, sobre todo con la menopausia.

De hecho, destacó el oftalmólogo, “se calcula que en el año 2050, el 50% de la población será miope, algo que debe preocuparnos porque este defecto refractivo, más allá de ser un problema de graduación, conlleva mayor riesgo de padecer enfermedades de retina y glaucoma”.

Por ello, recomendó realizar descansos visuales mirando a lo lejos e incrementar la actividad al aire libre, además de valorar el tratamiento con colirios de atropina para frenar la miopía, especialmente en la edad infantil.

Por su parte, la oftalmóloga de Miranza Begitek de San Sebastián, la doctora Itziar Martínez Soroa, explicó que “la relación del ojo seco con las pantallas responde, principalmente, a la reducción del parpadeo al fijar la mirada en la pantalla, ya que los párpados funcionan como el parabrisas de un coche y la exposición ocular altera la película lagrimal y la superficie ocular”.

CUIDADO DE LA VISIÓN

Por ello, aconsejó la obtención de un diagnóstico preciso, ya que “se trata de una enfermedad multifactorial, que requiere un abordaje personalizado”.

Otro de los resultados del estudio mostró cómo el 82% de encuestados de entre 41 a 64 años afirmó que le preocupa su vista y son los más conscientes de la necesidad de cuidarla (93%). Pese a ello, y aunque en general, 8 de cada 10 personas creen que hay que revisar la vista anualmente, a la hora de la verdad, el promedio de revisiones no llega a una al año.

En cuanto al mayor grado de preocupación y a la mala percepción de su estado ocular en la franja de edad de los 41 a los 64, la doctora Martínez confirmó que “los 40 es la ‘edad del susto’, en la que debutan los primeros problemas de visión para muchas personas, con la aparición de la presbicia o vista cansada, algo que ocurre, además, en una época de la vida plenamente activa y muy exigente tanto en el ámbito laboral, como familiar y social”.

Además, el III Barómetro destacó la poca concienciación sobre la relación del estilo de vida con la salud y el bienestar ocular. Mientras sí se observó cierta relación con la herencia, la contaminación, el clima, todos ellos factores externos, “se desconoce o, tal vez, no se quiere admitir, su relación con hábitos que dependen 100% de uno mismo, de nuestra elección y en gran medida, de nuestra fuerza de voluntad, como son fumar, la alimentación, el ejercicio físico”, concluyeron los especialistas.

(SERVIMEDIA)
03 Oct 2023
ABG/gja