El estudio, que fue presentado hoy en Madrid por los presidentes de la CMT y el CAC, José María Vázquez Quintana y Francesc Codina, respectivamente, describe el estado actual y la posible evolución de esta incipiente modalidad de televisión que está llamada a tener un inevitable desarrollo en un futuro próximo.

Con dicho informe se pretenden aclarar las duds sobre esta nueva tecnología para que los agentes que intervienen o puedan intervenir en este sector conozcan su situación y qué oportunidades se ofrecen, pero también qué riesgos representa este mercado.

El informe señala que el gran problema de la nueva televisión es que no parece tener agentes impulsores definidos. Para ver la TDT hacen falta descodificadores, que son caros, y han de ser subvencionados.

En este sentido, los fabricantes no quieren lanzarse a la aventura de los televisores digiales, los operadores tradicionales no quieren quitarse audiencias cuando, al tener un solo canal de TDT, los nuevos operadores no disponen del poder económico necesario, las plataformas de satélite cuentan con una posición cómoda en la televisión de pago y, por último, los usuarios no ven las ventajas de comprarse un descodificador para ver los mismos canales que sin él.

Según el estudio, el futuro pasa necesariamente por abrir el mercado y hacerlo crecer y, para ello, señala a los poderes públicos ylas empresas privadas implicadas como los responsables de alcanzar un sólido compromiso común y adoptar las políticas oportunas para el desarrollo de la Televisión Digital Terrenal.

Entre ellas, se recomienda la de explorar fórmulas mixtas de televisión en abierto y de pago, fomentar el papel impulsor de la televisión pública, hacer una migración rápida y definida técnicamente, acercar la TDT al ciudadano y, en definitiva, saber explotar las potencialidades y servicios de un nuevo sistema de comunicaión.