Según una sentencia hecha pública hoy, los magistrados consideran probado que Múgica Garmendia y Arregi Erostarbe formaban parte del Comité Ejecutivo de la dirección de ETA en el verano de 1989 y decidieron llevar a cabo una campaña contra funcionarios de prisiones.

Fue José María Arregi Erostarbe quien preparó el paquete-bomba para acabar con la vida de Carlos Bernabe, entonces funcionario de prisiones de Murcia. Francisco Múgica Garmendia lo entregó en un sore matasellado a Henri Parot, integrante del "comando itinerante" de ETA, para que lo hiciera llegar a la víctima.

Sin embargo, ante la dificultad de entregar directamente el paquete, Parot decidió enviarlo por correo, cambiando el sobre y escribiendo la dirección a máquina.

El sobre llegó a su destino el 11 de agosto de 1989 y fue entregado a la madre del destinatario. La mujer decidió no abrirlo, siguiendo la recomendación del cartero, quien le dijo que había oido que se había producido el enví de un paquete-bomba a otro funcionario de prisiones. El Tedax confirmó que se trataba de una bomba.

Para los magistrados, los hechos descritos son constitutivos de un delito de asesinato frustrado del que son responsables tanto Múgica Garmendia como Arregi Erostarbe, por lo que imponen un total de 24 años de prisión a cada uno de ellos.

Para la Fiscalía de la Audiencia Nacional, los hechos descritos constituyen un delito de atentado en concurso ideal con otro de asesinato frustrado y tanto Múgic Garmendia como Arregi Erostarbe son responsables de ambos, por lo que pide que sean condenados a 26 años y ocho meses de cárcel.