Por la mañana, Garzón tomó declaración a las presuntas colaboradoras de ETA María Lourdes Cerrato y Johana Oiarzábal. La primera se mantiene en situación de detención incomunicada, mientras que la segunda, quevivía "pared con pared" de la última víctima de ETA, el policía nacional Daniel Villar Enciso, quedó en libertad.

Más tarde pasaron a declarar las hermanas Eider y Nerea Olaziregui, que ya habían declarado ante Garzón el pasado sábado. Ambas estaban pendientes de la declaración de su padre ya que, al parecer, en los bolsillos de uno de los dos etarras que resultaron muertos en su enfrentamiento con la Guardia Civil aparecieron las llaves de la casa del padre de las dos detenidas, donde fueron aprehenddas por la Guardia Civil.

El padre de las dos presuntas colaboradoras del "comando Vizcaya" declaró ayer ante la Guardia Civil en Bilbao. A raiz de su declaración, las dos hermanas fueron puestas en libertad esta mañana por el juez Garzón.

Luego declaró Ainhoa Gutiérrez, detenida en Galdakao, que negó todas los cargos policiales, a preguntas del juez Garzón. El magistrado no ha decidido todavía sobre su situación.

Ya por la tarde declararon el resto de detenidos: Xabier Aretxaga, Xabier Urierte, José Luis Alaña y Olatz Arregui, sin que hasta última hora de esta tarde se sepa cual será la situación que decrete para ellos el juez Baltasar Garzón.

Con los puestos en libertad hoy son cuatro los detenidos para los que el juez de la Audiencia Nacional ha decretado la libertad, ya que el pasado sábado dejó libre a Diego Loreiro. Queda sólo por declarar el último detenido, Iriaz Ipaz, que lo hará mañana.