Juaristi indicó que en los últimos meses se ha producido un descenso de la violencia "en cuanto al número y la espectacularidad, pero se ha aumentado la lucha callejera o terrorismo barato. A su juicio, en circunstancias imilares (caso de las Brigadas Rojas en Italia), este caso supuso el preludio del final del terrorismo, pero en el caso vasco "no es facil terminar con ETA".

Para Juaristi, es posible un cambio generacional en el nacionalismo antidemocrático vasco, puesto que muchos de sus actuales dirigentes superan los 50 años y para ellos la actual situación es una "práctica frustante". Pero reconoció que existen jóvenes dispuestos y preparados para asumir este cambio.

Según Juaristi, en la erradicación de ETAluchan distintos intereses, principalmente el nacionalismo demogrático "que ha intentado en los últimos 20 años optimizar el terrorismo. Se pretendía conseguir que la persisencia de la lucha armada dentro de unos límites estuviese al servcio de una negociación política con los poderes centrales para conseguir mayores competencias y más autogobierno".

Sin embargo, desde 1993 las fuerzas nacionalistas demográticas estan en una situación de perplejidad e intentan conseguir los últimos rendimientos de est situación, planteando salidas en procesos de pacificación que pasen por la concesión de más poder y privilegios.