En declaraciones a Servimedia, el edil solicitó a los políticos que trabajen para que ETA deje las armas. "Cuando un asesino coge a una persona y la amenaza, yo primero hablo con el asesino para que no mate, porque primero hay que salvar a la persona", explicó.

El concejal de Ermua afirmó que está claro que "el culpable es el que mata, que o es sólo el que aprieta el gatillo, sino todo el conjunto de gente que participa, desde el que lo organiza hasta el que los guarda", y señaló que el problema es que "ETA no quiere dejar de matar".

"Todos estamos de acuerdo en que la violencia es condenable por sí misma", afirmó, para añadir a continuación que "queremos algo más, que los políticos se olviden de hacer propagandas partidistas y que hagan algo que nos conduzca a la paz, sea como sea".

El edil se preguntó "si sabe alguien si ellos queren ceder o no quieren ceder, o no queremos llegar a saberlo". Iturriagagoitia recalcó que "ninguna ideología se merece un triunfo si tiene que ser a costa de una persona muerta. Nosotros no queremos llorar más".

ULSTER

Respecto a la similitud entre el conflicto vasco y el del Ulster, recordó que en Irlanda "han estado hablando durante cinco años sin que supiéramos nada", y argumentó que aunque las causas pueden ser distintas, la violencia es la misma. "Los muertos de aquí no tienen menos valor quelos de allí", sentenció.

Iturriagagoitia hizo hincapié en que desde Ermua "la mano no la extendemos a ningún violento". "Nosotros decimos a los partidos políticos: '¡Haced algo!, que para eso estáis'. Que no haya más muertos. Ya son ochocientos muertos y esto no se puede soportar".

El teniente de alcalde de Ermua dijo que ver cada día a los concejales del PP con un guardaespaldas hace que sea imposible olvidar el asesinato de Miguel Angel Blanco y añadió que no puede comprender "por qué esta gent que no ha hecho nada tiene que ir a las tiendas con un guardaespaldas. A mí eso es lo que jamás me podrá hacer olvidar que la violencia, el peligro y la amenaza existen".

Asimismo, apuntó que después de lo ocurrido el verano pasado, tras el asesinato de Miguel Angel Blanco, hay tres establecimientos del pueblo a los que la gente no va por la afinidad de sus dueños con Herri Batasuna.