La sentencia considera probada la participación de Valentín Lasarte en el atentado, si bien no fue este etarra quien realizó los disparos que costaron al vida a Fernando Múgica.

Valentín Lasarte permaneci escondido en Francia desde 1992 a 1996, fecha en la que pasa a España, siguiendo órdenes de la cúpula de ETA. Su intención era participar en varios atentados, entre ellos el asesinato de Múgica.

Una vez en Guipúzcoa se reunión con otros dos miembros de ETA, se escondieron en dos pisos francos y realizaron varios seguimientos del fallecido para comprobar la información que ya tenían. Otro miembro de ETA les facilitó un vehículo robado para realizar el atentado.

El día 5 de febrero realizaron una rimer intento, pero la víctima no apareció. Decidieron volver al día siguiente y se apostaron en el cruce de las calles San Martín y Buen Pastor, de San Sebastián, donde esperaron la llegada de Fernando Múgica.

Valentín Lasarte y otro miembro del grupo se cruzaron con Múgica en la misma acera y le siguieron a distancia. Lasarte indica que debía cruzar uno de los dos a la otra acera, para controlar la situación, y lo hace él mismo. El otro etarra dispara a Fernando Múgica por la espalda, causándole la uerte en el acto.

ENFRENTAMIENTO CON EL HIJO DE MUGICA

Los terroristas se dieron a la fuga, pero en su huída, Lasarte se cruzó con el hijo del fallecido, José María Múgica Heras y su esposa. Ambos habían presenciado los hechos y el hijo del fallecido se enfrentó con el etarra.

Unos momentos después, el otro etarra, el mismo que había matado a su padre, le encañonó con su pistola, por lo que abandonó el forcejeo, que fue aprovechado por los dos terroristas para huir corriendo hacia una calle adycente, donde les esperaban los otros dos miembros del "comando".

La sentencia condena a Lasarte por un delito de asesinato (30 años de prisión), dos delitos de atentado (40 años de prisión), un delito de robo menor (6 años) y otro delito de falsificación de placas de matrícula (6 años más).

La condena impone además a Valentín Lasarte una sanción, por responsabilidad civil, de 50 millones de pesetas en favor de los herederos de Fernando Múgica.