Sebastián, que dijo no ver "un horizonte claro" ni "qué salida puede haber tal y como están las cosas", afirmó que la independencia de Euskadi "no es ahora el problema más urgente".

"Mientras están matando a la gente, los políticos tendrían que ser capaces de dejar sus diferencias en segundo plano y acudir juntos a resolver los problemas ás graves que está padeciendo la gente", dijo el arzobispo, quien animó al lehendakari vasco, Juan José Ibarretxe a "cumplir con la responsabilidad de defender la vida y la libertad de todos los ciudadanos sin ninguna consideración partidista".

Preguntado sobre si el clero vasco es más vasco que cristiano, el prelado contestó que "ser más vasco que cristiano es lo mismo que no ser cristiano" y defendió a muchos sacerdotes vascos que, dentro de un colectivo muy amplio, "están haciendo una labor ejempla".