Con el nuevo sistema, los ciudadanos tendrán el derecho de pedir cualquier documento interno de la organización yésta deberá responderles o bien entregándoles una copia del texto original o dándoles una explicación detallada de porqué se debe mantener la confidencialidad del documento reclamado.

De esta forma, Europol seguirá decidiendo qué documentos pueden salir a la luz y cuáles no, pero estará obligada a motivar siempre su decisión, un dato importante en el supuesto de que aparezcan conflictos que tenga dirimir el Tribunal Europeo de Justicia.

Los documentos que impliquen decisiones políticas o evaluacines de funcionamiento interno serán puestos a disposición del público y sólo los que desvelen detalles de alguna operación policial permanecerán en secreto.

Algunas ONG para los derechos de los ciudadanos se han felicitado por la medida que ha tomado la organización internacional, especialmente por el hecho de que el sistema elegido sea el que utiliza en la actualidad el Consejo Europeo. "En este momento es el mejor sistema de los posibles, porque se contará con muchos precedentes sobre la utilizaciónde las reglas", afirma Tony Bunyan, portavoz del grupo StateWatch, que está convencido de que así se evitarán abusos.