Otxoa recibió ayer un homenaje en el XIII Criterium de la Comunidad Valenciana, en el que vistió por última vez los colores del equipo con el que dio el salto al profesionalismo y con el que logró su mayor éxito deportivo: la victoria de etapa del Tour de Francia de 2000 que finalizaba en la cumbre pirenaica de Hautacam.

En declaraciones a Servimedia, Otxoa reconoció que en la despedida de ayer tuvo el sentimiento de "poder seguir" con sus compañeros en la competición, aunque sus secueas en una pierna y dificultades por fracturas en la espalda y en los hombros probablemente impidan que lo vuelva a hacer como antes del accidente, tras el cual permaneció 65 días en coma y su hermano Ricardo perdió la vida.

El ciclista vizcaíno explicó que preparó la cita valenciana haciendo "rodillo" durante una hora diaria y realizando ejercicios de gimnasia, si bien aún no se atreve a salir a la calle con la bicicleta porque le entraña muchos peligros.

"Desgraciadamente, que haya ciclistas com mi hermano, que hayan muerto, te deja secuelas para toda la vida. Un ciclista no puede esquivar los golpes porque es sólo él y la bicicleta", argumentó.

Otxoa manifestó que ha pensado en la posibilidad de correr como ciclista paralímpico, aunque admitió que se trata de una opción a medio o largo plazo.

"Esto supone salir a la calle y sé muy bien lo que tienes enfrente. En general, la gente tiene poco respeto a los ciclistas y cuando eres profesional y sales a la calle a trabajar, la gente no aprcia esto. Ahora mismo no descarto nada. Intento mejorar todo lo que puedo y, bueno, ya veremos si compito como paralímpico o no", concluyó.