Lorente argumentó en una entrevista con Servimedia que el machismo es un movimiento que "necesita las 'fake news', las verdades alternativas y los bulos porque la mentira sólo puede sostenerse con nuevas mentiras".

"El objetivo", argumentó Lorente, "es que el modelo androcéntrico perdure y se imponga sobre la crítica y la transformación social a favor de la igualdad que vivimos. Pero como ya no puede hacerlo en nombre de los hombres necesita otras razones que se presenten como neutrales y recurre al argumento de la defensa del orden basado en la historia como ejemplo de proyecto común".

El exdelegado del Gobierno contra la Violencia de Genero remarcó que "el machismo es el principal elemento antidemocrático y que ahora está dispuesto a ejercer su control de forma más estrecha".

Lorente confesó que está muy preocupado por este avance y por la refundación del machismo y que percibe "menos rechazo social" por los discursos negacionistas.

Según un estudio realizado por él con datos oficiales del último quinquenio, en lo que va de año el 16% de los presuntos asesinos se quitaron la vida tras matar a su pareja, mientras que la media de los cinco años anteriores fueron el 23,3% quienes se suicidaron porque sentían una gran presión social y temían el rechazo de su entorno por el asesinato cometido. "El suicidio tras el homicidio ha bajado 7,3 puntos, lo cual está relacionado con la menor percepción de rechazo social por parte de los agresores", subrayó Lorente.

Y esa disminución del rechazo social hacia el asesino viene motivada, razonó, por los discursos de la ultraderecha que niega que exista la violencia de género, que se asesine a las mujeres por el mero hecho de ser mujeres, por un machismo dominante que tiene 9.000 años de historia, y, por lo tanto, los maltratadores sienten menos presión y rechazo social por sus conductas.

"Los homicidios con denuncia previa este 2023 suponen el 24%, y la media de los cinco años previos es del 20,1%, por lo que se ha producido un aumento de 3,9 puntos, y a pesar de denunciar más, las mujeres siguen muriendo. Esto significa que estamos protegiendo menos y que también puede estar relacionada con ese cambio en la percepción del problema social que supone la violencia de género", destacó Lorente.

Enfatizó que "seguimos fallando en la protección a las mujeres amenazadas" y que ha notado que en muchas ocasiones "se quita importancia a la denuncia de las mujeres" y esa falta de confianza es en muchos casos la antesala de la tragedia.