Así lo destacaron los especialistas que participaron en el diálogo organizado en Servimedia sobre el XII Congreso Notarial Español, que se celebra en Málaga los próximos 19 y 20 de mayo bajo el título 'El envejecimiento de la sociedad, principal desafío del siglo'.

La catedrática de Derecho Civil de la Universidad de Santiago María Paz García Rubio aseguró que “el envejecimiento de la población es el reto más importante de nuestra sociedad”. De hecho, durante el diálogo se subrayó que en España hay 9,3 millones de personas mayores de 65 años y que la previsión apunta a que en 2050 el 30% de la ciudadanía supere esa edad.

A pesar de ese porcentaje de ciudadanos de más edad en la pirámide poblacional, la profesora calificó a la sociedad de “gerontofóbica”, no porque tenga “fobia” a los mayores, explicó. “Simplemente, los estamos ignorando”, apostilló.

Esto ocurre, según dijo, con la brecha digital en los trámites administrativos públicos o privados, que hacen sentir a las personas mayores como si se las hubiese “expulsado de la sociedad”. “Es una vergüenza social lo que estamos haciendo con esa gente”, lamentó, llamando a “tener imaginación para que los mayores tengan apoyos y sigan en su casa cuando no pueden valerse por sí mismos”.

Para ello, la catedrática reclamó “respeto pleno” para garantizar su dignidad y que las personas mayores “tomen decisiones”, aunque la edad “acarrea ciertas discapacidades” y más necesidades de apoyos. “Hay que tener Imaginación para que siga viviendo en su entorno y en condiciones de vida digna”, reiteró.

LIBERTAD DE DECIDIR

La directora de Fundación Aequitas, Almudena Castro-Girona, indicó que “subyace la idea de que las decisiones que van a adoptar los mayores no son válidas, convenientes, útiles”. Sin embargo, apostó por un sistema de apoyo a esa población y que sean las personas de más edad quienes decidan por sí mismas, a sabiendas de que “va a llevar mucha dedicación” para que su voluntad se lleve a cabo y que “es mucho más cómodo que otro tome la decisión con mayor agilidad”.

En este contexto, la experta reclamó “ser muy respetuoso” con lo que decidan, también en los testamentos. Castro-Girona apuntó que puede testar cualquier persona desde los 16 años y llamó a reflexionar a la sociedad “por qué cuestionamos” los testamentos de los mayores. “Es su voluntad, no la nuestra”, remarcó.

En relación a ese tema añadió que “la mayoría de las viudas son mujeres y se les impide manejar el patrimonio porque hay una afección a favor de los hijos” y que en su trabajo diario se ha encontrado con personas que quieren permanecer en su casa pero que no se atreven a hacerlo porque tendrían que gastar “la legítima” en cuidados asociados a la edad.

“Tienen muy metido dentro esa obligación de dejar el patrimonio a los hijos y se descuidan ellos mismos. Cuando en realidad bastante han hecho con educar a sus hijos y a valerse por sí mismos”, reflexionó.

Por ello, cuando van a su despacho personas mayores, esta profesional suele recomendar que “el que venga detrás que arree”: “No deje de atender sus necesidades después de haber pasado las situaciones más duras en España y haber reconstruido nuestro país”.

CUIDADOS

“Ni la sociedad ni el ordenamiento jurídico han valorado los cuidados”, apostilló la catedrática de Derecho Civil María Paz García Rubio, que revindicó “hacer visible que las personas somos seres vulnerables y necesitamos ayuda y cuidados”. “El hecho de cuidar a otros y recibir cuidados nos hace humanos”, concluyó.

El presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas, Ángel Rodríguez Castedo, recordó que los residentes sufrieron especialmente las consecuencias de la pandemia. “Morían porque no se les podía derivar a los centros hospitalarios. Esto no es normal, no es justo, no es decente”, calificó en referencia a que quienes viven en residencias “no tienen el mismo derecho” que los mayores que están en su domicilio.

Por eso llamó a “aprender de los grandes errores” en materia de cuidados y, también, de salud, y aspirar a un sistema “mejor preparado, retribuido, con persona y actuación coordinada”.

Rodríguez Castedo también se refirió a la cuestión de las pensiones durante el diálogo en Servimedia. Remarcó que “hablar de prensiones es hablar de empleo”, y viceversa. “La gente que se empeña en focalizar sólo el tema gasto en pensiones debería tener una mirada más rigurosa y mirar al empleo”, indicó, pues “si tiene mal empleo la sociedad tendrá problemas de gasto público”. España gasta 12 puntos del PIB, recordó y llamó a que se iguale la inversión de otros países.