La Confederación Europea de la Industria Papeera (CEPI) ha criticado algunos datos presentados recientemente por la Comisión. Consideran que el logo diseñado, formado por una flor con doce pétalos, no es reconocido por la mayoría de consumidores en la Unión. Temen que, por ello, el logo no logre los objetivos que el Ejecutivo europeo espera con él.

Los ciudadanos de la UE emplean cerca de 2,7 millones de toneladas de papel de copia cada año, según cifras de la Confederación CEPI. Esta cantidad sigue teniendo unos efectos adversos para el medio abiente, a pesar de las medidas aplicadas.

La Comisión, por su parte, también cree que el logo pasa desapercibido ante los ojos de los consumidores europeos, por lo que se ha planeado lanzar varias iniciativas en los Quince para hacer más visible la "euroflor" ecológica.

A este respecto, el CEPI defiende que el período de revisión se alargue hasta más de 3 años y dejar más margen de adaptación a los productores de papel europeos que no estén preparados tan rápidamente para invertir en nuevas tecnoogías con vistas a adoptar la eco-etiqueta.

Los criterios requeridos para conceder esta eco-etiqueta están fundamentados en la reducción de vertidos tóxicos en aguas, en el consumo de energía, las emisiones en la atmósfera y la gestión sostenible de los bosques. No obstante, el Ejecutivo europeo ha tenido que incluir puntos más estrictos para una mayor protección del medio ambiente, es decir, nuevos criterios relativos a la capa de ozono, las emisiones de dióxido de carbono, etc.