A tenor de estos datos, de los que se hizo eco la patronal de las aseguradoras, Unespa, de la facturación lograda a lo largo del ejercicio, 43.011 millones correspondieron al ramo de no vida y los 33.452 millones restantes, al de vida. Todas las grandes líneas de negocio mostraron dinamismo.

La facturación del ramo de no vida fue positiva en todas sus modalidades, al anotarse un repunte interanual del 6,81% si se compara con el cierre de 2022. Las pólizas empresariales, englobadas en la categoría ‘resto no vida’, sumaron 10.507 millones de euros y aumentaron un 7,31% en los últimos 12 meses, siendo la categoría que mas subió. Los seguros multirriesgo avanzaron un 6,76%, hasta los 9.158 millones, mientras que los seguros del automóvil generaron 12.108 millones de euros a lo largo del ejercicio, un 6,63% más que un año antes. Por su parte, los seguros de salud crecieron de un año para otro un 6,59% y aportaron 11.238 millones.

El negocio de vida, reflejado en los ingresos por primas, anotó un alza del 36,34% en términos interanuales, impulsado por los efectos sobre el ramo de ahorro de las subidas de tipos y la buena marcha de los mercados a lo largo del ejercicio.

El volumen del ahorro gestionado por parte de las aseguradoras se elevó un 5,39% de un año para otro, de manera que las provisiones técnicas se situaron en 204.056 millones a cierre de 2023.

RÉCORD DE INCREMENTO DESDE 2002

La presidenta de Unespa, Mirenchu del Valle, intervino en la jornada ‘Perspectivas del seguro y la economía para 2024’ organizado por ICEA, para presentar estos datos y destacó que “es la primera vez en mucho tiempo que el seguro español registra una tasa evolutiva de dos dígitos” de crecimiento y habría que remontarse a 2002 para ver una tasa de subida de esa magnitud.

Del Valle destacó que los datos marcan “un cambio de tendencia evidente respecto de la serie histórica” y confirman “la relevancia que reviste el seguro”. Dentro del seguro, destacó que los productos de ahorro han recobrado interés en el entorno de subida de tipos.

Sobre previsión social, la presidenta de Unespa resaltó que el sector tiene depositadas “muchas expectativas en los efectos” de la reforma de los planes de pensiones de empleo, aunque puntualizó que “tardarán un tiempo” en desarrollarse, por lo que apostó por incentivar los planes de pensiones individuales mientras los de empleo echan a andar. “Podría establecerse un régimen transitorio que permita a estos trabajadores realizar aportaciones superiores a sus sistemas de previsión social individual hasta que no cuenten con un sistema de empleo y que estas aportaciones superiores puedan luego movilizarse a dicho sistema de empleo”, propuso Del Valle. Lamentó que los planes individuales siguen debilitándose y las aportaciones se estiman en el 9% inferior al del año inmediatamente anterior.

DIÁLOGO CON EL GOBIERNO

La máxima responsable de Unespa también lanzó un mensaje al nuevo Ejecutivo. Dijo que el sector está siempre abierto al diálogo y defendió “optimizar los recursos disponibles, vengan de donde vengan, ya sean de origen público o privado”.

Respecto a las normas a tratar con el Gobierno, se refirió a la creación de la nueva Autoridad de Defensa del Cliente Financiero de la que destacó que recoge varias modificaciones propuestas por Unespa como la exclusión de las reclamaciones cuya resolución requiere de la intervención de un perito; la nueva configuración de la tasa, que pasa de ser una cuantía fija a estar fijada en función de la ratio de reclamaciones que recibe la entidad y cuántas resultan favorables a los reclamantes, y, por último, la fijación de la jurisdicción civil (en lugar de la jurisdicción contencioso administrativa) como vía para recurrir las resoluciones que emanen de la Autoridad.

Por último, hizo referencia al derecho al olvido oncológico para señalar que Unespa ha solicitado a la administración que “aclare lo antes posible y de manera consensuada con las asociaciones de pacientes algunos aspectos de la norma que no están claramente definidos”.