Así lo precisó su secretario general, Rubén Sánchez, en una rueda de prensa en la que expuso los principales resultados de un estudio llevado a cabo por la asociación sobre las tarifas para el año 2023 del suministro domiciliario de agua en 57 ciudades españolas, incluyendo todas las capitales de provincia y de comunidades autónomas, las dos ciudades autónomas y las ciudades con una mayor población que sus respectivas capitales de provincia.

El estudio toma como referencia dos modelos, una vivienda con tres habitantes y un consumo mensual de nueve o 13 metros cúbicos, con un contador de calibre 13 o 15 milímetros y desvela que Murcia repite como la ciudad peninsular con las tarifas más caras para los dos perfiles de consumo analizados y los dos calibres de contador.

Para un consumo de nueve metros cúbicos, Ceuta es la ciudad con el agua más cara de las 57 analizadas en el caso de los contadores de 13 milímetros, con 28,79 euros. Le siguen Murcia (26,27 euros), Cádiz (22,05 euros), Alicante (21,52 euros) y Barcelona (21,47 euros). Si el consumo es de 13 metros cúbicos, el listado lo encabezan Murcia (34,40 euros), Ceuta (34,07 euros), Alicante (31,91 euros), Cádiz (31,08 euros) y Barcelona (29,86 euros).

Si el calibre del contador es de 15 milímetros, Ceuta es la ciudad más cara también para ambos consumos, con 33,38 euros en el caso de nueve metros cúbicos y 38,66 euros en el caso de 13 metros cúbicos y Murcia baja a la segunda posición, con 26,27 y 34,40 euros, respectivamente.

Para nueve metros cúbicos les siguen Valencia (23,18 euros), Cádiz (22,05 euros) y Alicante (21,52 euros) y, si el consumo es de 13 metros cúbicos, en tercer lugar se encuentra Alicante (31,91 euros), Cádiz (31,08 euros) en cuarto y Huelva (30,08 euros) en quinta posición.

En el extremo opuesto, la tarifa más barata se encuentra en León, con un precio de 6,24 euros para un consumo de agua de nueve metros cúbicos al mes, independientemente de si el calibre es de 13 o 15 milímetros. También es la ciudad más barata para un consumo mensual de 13 metros cúbicos sin importar el calibre del contador, con una tarifa de 8,77 euros.

Para un consumo de nueve metros cúbicos, independientemente del calibre del contador, le siguen Palencia (71,4 euros), Soria (7,73 euros), Ourense (8,23 euros) y Salamanca (8,53 euros).

Si el consumo es de 13 metros cúbicos, Palencia sigue siendo la segunda ciudad más barata, sin importar calibre del contador (9,05 euros). Si el calibre es de 13 milímetros, la ciudad es Salamanca (10,51 euros), seguida por Soria (11,16 euros) y Guadalajara (11,79 euros) y si es de 15 milímetros, destacan Soria (11,16 euros), Lugo (12,03 euros) y Ourense (12,12 euros).

Según sus cálculos, las variaciones tarifarias suponen al año hasta un 361,2% de diferencia en el caso de viviendas con un contador de 13 milímetros si su consumo es de nueve metros cúbicos mensuales y de un 292,3% si el consumo es de 13 metros cúbicos. En el primer caso, las facturas van desde los 6,24 euros al mes que se pagan en León hasta los 28,79 de Ceuta.

Por su parte, si el calibre del contador es de 15 milímetros, la diferencia es de un 434,8% para un consumo de nueve metros cúbicos y si el consumo es de 13 metros cúbicos es de un 340,9%. Las facturas mensuales van desde los 6,24 euros que se pagan en León hasta los 33,38 euros de Ceuta.

En este contexto, las viviendas con un consumo de nueve metros cúbicos, con un contador de calibre 13 milímetros pagan en 2023 de media 14,83 euros, frente a los 15,15 euros que pagan aquellos hogares que tienen instalado un contador de 15 milímetros.

De otro lado, en aquellas familias con un consumo de 13 metros cúbicos y un contador de 13 milímetros, el importe medio alcanza los 20,43 euros, frente a los 20,75 euros que abonan los hogares que consumen 13 metros cúbicos de agua con un contador de calibre 15 milímetros y, de media, las tarifas han bajado entre el 0,1% y el 0,3%.

TARIFAS SEGÚN CALIBRE

Sánchez subrayó que sólo Albacete, Castellón, Girona, Guadalajara, Huelva, Huesca, Madrid, Valencia y Santa Cruz de Tenerife “distinguen” en sus tarifas el calibre del contador en las dos modalidades “más habituales” en los hogares españoles y puso en duda la existencia de esta “diferenciación” de precios sobre la base del calibre del contador, dado que, según la entidad, “no existen razones técnicas para hacerlo”. A su vez, hizo hincapié en que 18 de las 57 ciudades analizadas han “modificado” sus tarifas en 2023 y en que la mayor subida se produjo en Badajoz, un 18% y un 13,2% según el consumo.

En este contexto, reclamó a los ayuntamientos la adopción de un sistema “progresivo” de tarificación que “refleje mejor el consumo de los hogares por número de habitantes”, de manera que se “penalicen” los consumos “excesivos” de un modo “más realista y justo”.

Además, la entidad juzga “imprescindible” una regulación “garantista” frente al corte o suspensión del servicio, que “defina y regule la situación de personas vulnerables de especial protección y que asegure un mínimo vital como un derecho de los usuarios”y demandó una norma marco que regule “aspectos básicos del servicio”; estructuras tarifarias, procedimientos de aprobación, condiciones del servicio, reclamaciones, contratación y participación.

SEQUÍA

Preguntado por la repercusión de las situaciones de sequía en la factura, Sánchez puntualizó que, en estos contextos, los ayuntamientos pueden determinar que, en la tarifa del año que viene, “la penalización por derroche sea el triple”. “Pueden incentivar el ahorro penalizando mucho más el derroche y nos parecería absolutamente justo”, aseveró.

“Otra cosa es que sean tarifas por habitante, porque, si te penalizan el derroche sin saber cuántas personas viven en el inmueble, inmuebles con muchas personas van a verse injustamente penalizados”, explicó, convencido de que, en los protocolos de sequía, “si se quiere incentivar el ahorro o consumo racional con penalizaciones más elevadas, sería correcto siempre que cumplan el requisito de que tengan una tarifa progresiva por el número de habitantes del inmueble”.