Así lo manifestó en una rueda de prensa en la que subrayó que esta es una de las reivindicaciones que la asociación trasladó en 2021 a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y que, “inicialmente no aceptó”, pese a que, según su punto de vista, la propuesta supone un “cambio significativo y un giro radical en la política energética en España y en el conjunto de la UE”.

En este punto, Sánchez instó a ser “cautos” hasta que Bruselas se pronuncie sobre la posible autorización de la medida, que, de salir adelante, implicaría, según su criterio, “un abaratamiento, sin ninguna duda, en el precio que pagan los consumidores por la electricidad”.

“Pero siempre que el precio fijo que se aplicara en las dos energías que saldrían de la subasta marginalista fuera un precio prudente. De nada serviría sacar a dos energías si luego se le fijan precios a largo plazo desproporcionadamente altos”, espetó, para pedir “cierto margen de confianza en que las cosas se harían razonablemente bien”, siempre “con la cautela de desconocer con exactitud” cuáles serían los mecanismos de cálculo para fijar dichos precios, que deberían "garantizar a las empresas de generación márgenes de beneficio razonables en lugar de las infladísimas cifras que habitualmente sufren los consumidores”.

Para la asociación, se trata de cifras que son “consecuencia” de la “especulación” que “permite” la subasta marginalista y en la que, a su entender, la hidroeléctrica “ha incurrido especialmente en los últimos tiempos, pujando en muchas ocasiones incluso por encima de las centrales que generan gas antes de que se pusiera en marcha la conocida como excepción ibérica”.

BENEFICIOS DESPROPORCIONADOS

“Las grandes empresas del sector eléctrico obtienen beneficios desproporcionados con precios inflados gracias a un sistema de fijación injusto y favorecedor de prácticas especulatorias que Facua lleva denunciando desde su implantación”, sentenció la entidad, que instó al Gobierno a “exigir” a la Comisión Europea “el punto y final a la subasta marginalista”.

Sánchez subrayó que lo que plantea el informe de reforma del mercado eléctrico europeo del Gobierno es, en concreto, “sacar la nuclear y la hidroeléctrica de la subasta marginalista para que no pujen cada día y cada hora a precios inflados aprovechando el coste de oportunidad que les ha permitido pujar a un precio incluso más alto que la energía de producción más cara, que es la que representa quemar gas”.

A este respecto, el secretario general de Facua explicó que, con la propuesta de España seguiría existiendo la subasta y funcionando bajo el modelo marginalista, pero “solo determinaría el precio de una pequeña parte de la electricidad que se consume” y tendría un “impacto muchísimo más reducido en la factura”. Por ello, admitió esperar que la Comisión “dé su autorización” y, de lo contrario, abogó por “seguir reivindicando a la Comisión y pedir que otros estados miembro se sumen a la petición”.

CONFIANZA EN ESPAÑA

En este sentido, se mostró “expectante” ante la decisión que adopte finalmente la Comisión, recordando que "debe haber confianza en el buen criterio de España al proponer esta nueva medida”, dado que la misma “podría ayudar a corregir enormemente los abusos legales” que, a su entender, “cometen las eléctricas porque el sistema así se lo permite”.

“Facua lleva décadas denunciando que la subasta marginalista es una estafa legal, una forma de inflar precios y aplicar tarifas injustificadas de manera que energías muy baratas se pagan al precio de las más caras de forma absolutamente injusta”, subrayó, para advertir de que ese “enriquecimiento injusto en el que incurren debe corregirse de una vez por todas” y de que la Comisión debe “asumir” que la propuesta de España es “la medida que hay que llevar a cabo para corregir esa fórmula y que va en muy buen camino”.

Tras avanzar que la reforma del mercado eléctrico a escala europea, “previsiblemente, se anunciará en marzo”, pidió una “gran reforma” del sector eléctrico que, dijo, “necesariamente hay que poner en marcha cuanto antes para corregir de una vez la situación que históricamente sufren los consumidores de enorme carestía de las tarifas de la luz”.

En paralelo, Sánchez puso de manifiesto el “éxito” que supuso el tope al gas y reivindicó que se trata de una medida con la que los gobiernos de España y Portugal han “demostrado que tenían más elementos en positivo que el resto de estados para dar pasos hacia el freno a esa desmesurada subida" de las tarifas eléctricas "aprovechando los males absolutamente premeditados" en el diseño del sistema eléctrico, que, según su criterio, "se han permitido sin ningún tipo de trabas a lo largo de décadas”, que "hay que corregir" y frente a los que el tope al gas "pone un parche positivo, pero insuficiente".