Congreso Nacional del PP

Feijóo encauza un congreso sin fracturas e importa el modelo gallego a todo el PP

- Negocia las últimas enmiendas para zanjar el debate ideológico y estatutario y blindar al PP ante un escenario electoral incierto

MADRID
SERVIMEDIA

El PP perfila los últimos preparativos para escenificar una imagen de unidad en el XXI Congreso Nacional bajo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, que proyectará el modelo gallego al conjunto del partido con la renovación de la dirección, el ideario y los estatutos. El presidente del PP se ha salido con la suya y será proclamado candidato a las próximas elecciones generales en un clima de paz interna, salvo imprevisto.

El cónclave, que se desarrollará el próximo fin de semana en Madrid, está diseñado como la presentación de un proyecto político para “liderar el mejor Gobierno” que España “haya tenido nunca”, según fuentes populares. Entre medias, el PSOE celebrará el sábado –también en la capital– un Comité Federal marcado por la dimisión de Santos Cerdán como secretario de Organización. La UCO ha situado al ya ex ‘número dos’ de los socialistas como uno de los cabecillas de una presunta organización criminal que cobraba mordidas con el amaño de obra pública en el ‘caso Koldo’, y ha abierto una crisis dentro del partido de Pedro Sánchez.

El PP se prepara políticamente para una carrera con un trazado aún incierto: podría ser un sprint de 100 metros, si Sánchez opta por adelantar las elecciones tras el verano ante la creciente presión provocada por los casos de corrupción, o una media maratón, si resiste hasta 2027 y agota una legislatura que aún no ha cruzado su ecuador. En Génova elucubran con todos los escenarios. Por eso, Feijóo quiere dejar todo atado antes del verano y prevenir que el inicio del curso político no le pille con el pie cambiado en la salida.

La primera tarea era actualizar el ideario del partido tras ocho años sin un debate de ideas que implicase a la militancia. La renovación se ha concretado en una ponencia política de 39 páginas, mucho más encorsetada que la doctrina heredada de Mariano Rajoy, que superaba los 160 folios. Se han evitado debates que el PP considera “superados”, como el aborto, para no agitar sensibilidades internas, y se han endurecido el discurso en materia migratoria, con una oposición frontal a las llegadas irregulares o al uso del burka.

El texto ha sido coordinado por la eurodiputada Alma Ezcurra, ‘número dos’ del ‘think tank’ Reformismo 21 y una de las mujeres con mayor proyección dentro del PP de Feijóo, y ha recibido 888 enmiendas, frente a las 2.715 que se registraron en 2017 cuando la hoja de ruta ideológica se partió en cuatro documentos. “Amplio consenso en la militancia del PP”, celebran en Génova.

La principal encrucijada pendiente se ubica en la política de pactos. El líder del PP catalán, Alejandro Fernández, quiere vetar todo tipo de acuerdo de gobierno con Junts y cualquier fuerza política “que incluya entre sus objetivos subvertir el orden constitucional”. Según fuentes populares consultadas por Servimedia, “hay buena voluntad por ambas partes”, que se están intercambiando textos con posibles enmiendas transaccionales. El primer borrador del ideario del PP se limita a señalar que “se puede hablar de todo lo que la Constitución y las leyes permiten, y con todos los que estén dispuestos a cumplirlas”, lo que deja algo más de margen a Feijóo para acercarse a los independentistas si es necesario. Por ejemplo, para una moción de censura a Sánchez.

SIN GUERRA EN LAS PRIMARIAS

Si el aparato lima las asperezas con su presidente autonómico, el congreso prevé ser de unidad total en torno a Feijóo, que importará el modelo que impuso durante 16 años en Galicia en unos estatutos que también parecen ser del agrado de las bases. Los afiliados han presentado solo 227 enmiendas, frente a las 1.215 de 2017. Ninguna es de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que se ha emplazado a negociar el nuevo modelo de primarias con la dirección saliente tras el cónclave.

Feijóo ha impulsado un sistema de elección indirecta inspirado en el de las presidenciales de EEUU: los afiliados votarán, a partir del siguiente congreso, a listas cerradas de delegados que se presentarán adscritos a un candidato concreto. El gallego siempre ha defendido este formato –lo impulsó, con diferencias, en 2008 cuando Rajoy le encargó la redacción de los nuevos estatutos–, y acabará con un sistema que permitía a los compromisarios desdecir a la militancia –así fue como Pablo Casado se hizo con la presidencia del partido en 2018, en detrimento de Soraya Sáenz de Santamaría–.

Las nuevas primarias buscan favorecer el acuerdo entre las distintas facciones del partido. Esa es la lógica que ha guiado la acción orgánica del equipo de Feijóo desde su aterrizaje en Génova. Primero, ordenó su sucesión ordenada en la Xunta de Galicia para garantizar la unidad en torno a Alfonso Rueda. Y después, a través de su ‘mano derecha’, Miguel Tellado, atajó la renovación orgánica en las direcciones autonómicas del partido, resolviendo guerras internas en territorios como Extremadura o La Rioja. El PP gobierna hoy en los dos.

Históricamente, el PP de Madrid siempre ha aspirado a unas primarias puras y ha librado la batalla con Génova. El último ejemplo es Cristina Cifuentes, expresidenta de la comunidad, que amagó con trasladar el conflicto al seno del congreso, aunque finalmente la sangre no llegó al río. Oficialmente, creen que hay que abordar algunos “matices” de la propuesta de Génova, pero la avalan porque la militancia es “la base del proceso”, ya “que en su voto va intrínseco el respaldo a un candidato a presidente”. La delicada situación del PSOE también ha favorecido este repliegue, pactado por el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, y el propio Tellado a unas horas de que se cerrara el plazo para presentar enmiendas.

EL MODELO GALLEGO

Con el nuevo sistema de elección, Feijóo quiere facilitar una transición sosegada cuando se marche. Ayuso podría ser una de las aspirantes. Y al PP de Madrid le inquieta que se puedan producir alianzas entre los candidatos minoritarios para imponerse al más votado entre las bases –siempre y cuando no tenga mayoría absoluta–. Génova se abre a ligeros cambios, pero no prohibirá las alianzas. “Si el que queda en segundo lugar consigue el apoyo de todos los demás contra el primero y gana, es que el primero no era el mejor candidato. Esto no es ser presidente por la mínima”, avanzan fuentes que participaron en la confección de los nuevos estatutos.

El nuevo reglamento interno del partido endurecerá también el régimen de incompatibilidades. Feijóo se ha opuesto siempre a la acumulación de cargos e impedirá que se repita un precedente como el de María Dolores Cospedal –que compaginó su labor como ministra de Defensa con el de secretaria general– a nivel nacional, autonómico, insular y local (en municipios de más de 20.000 habitantes).

En Galicia, Feijóo mantuvo a Tellado como número dos del partido sin cargos de Gobierno. Ahora, su nombre es el mejor posicionado para convertirse en nuevo secretario general del PP en sustitución de Cuca Gamarra. La riojana, por su parte, podría tener hueco en un eventual Gobierno si el gallego alcanza La Moncloa.

(SERVIMEDIA)
29 Jun 2025
PTR/nbc