Desde Castelldefels, en el acto previo al arranque oficial de la campaña electoral, el jefe de la oposición pidió la confianza para liderar España y gobernar “para todos y no para unos pocos en contra de la mayoría”. De tal manera, defendió que hay que “dejar gobernar a los españoles su propio destino”.

Feijóo enjuició que en este planteamiento se reconoce una “amplísima mayoría de votantes del PSOE” cuando “era un partido de Estado” y "plantaba cara al independentismo”. Además, se mostró convencido de que “aquellos que votaron a Vox necesitan tener un Gobierno sólido y necesitan que su papeleta se convierta en una victoria electoral y no se pierda por el camino”.

También tuvo palabras para aquellos que se decantaron por otros partidos para advertirles que “si quieren finalizar con el sanchismo, la única papeleta” que lo garantiza es la del PP. “Vamos a ello. No voy a renunciar a conseguirlo”, arengó a los suyos, que le contestaron con gritos de “presidente” en este acto que congregó a 1.000 personas, según la organización.

"ES EL MOMENTO"

Feijóo explicó que la decisión de iniciar simbólicamente la campaña en Castelldefels responde a que el expresidente Mariano Rajoy lo hizo en el año 2011 y obtuvo una mayoría absoluta, lo cual fue “un dato determinante” para esta elección. “Es el momento del cambio de Cataluña, de España, de la esperanza, de la cordialidad, del consenso y de la tolerancia”, proclamó.

Convencido de que el PP ganará “limpiamente las elecciones”, Feijóo apeló una y otra vez al cambio en España y, en clave catalana, dejó claro que no se conforma con que su partido sea “una fuerza testimonial en ningún lugar”. No dejó pasar la ocasión para enfatizar que el PP ha sido “clave” a la hora de garantizar la gobernabilidad de Barcelona con el PSC al frente.

“Estamos en el buen camino”, sostuvo. Todo ello a pesar de declararse consciente de que “cuando nosotros ganamos y los socialistas pueden elegir, eligen libremente al independentismo”. En su caso, aseguró sentirse “muy orgulloso de no ser del PSC” y de pertenecer a un partido “con sentido de Estado siempre”.

Compartió de esta forma su satisfacción por liderar una formación que “tiene palabra y tiene principios”. “Nosotros somos un partido de Estado y ellos no”, repitió, y aprovechó para cargar contra el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, por sus acuerdos con los independentistas y por la “absoluta cacicada” de “borrar delitos del Código Penal” en su beneficio.

En cualquier caso, quiso trasladar la “excelente noticia” de que ya restan “los últimos días del sanchismo”, que “es una mezcla de mentiras, maldades y de manipulación”. “Quedan dos semanas para dejar atrás la división, las chapuzas y la utilización de las instituciones”, vaticinó el presidente del PP.

“SE ACABÓ” EL “SANCHISMO”

Ante la “gira de platós de televisión del presentador Sánchez”, remarcó que “hoy estamos aquí para decirle con tranquilidad y sin crispación” que debe “disculparse delante de la nación” por haber “mentido”. “Como usted no se disculpa, la nación va a decirle que gracias por los servicios prestados” y que “se acabó”, pronosticó.

Advirtió de que “ninguna de las decisiones de Sánchez con el independentismo” fueron “para beneficiar a Cataluña”, sino para “quedarse él en el poder”. “Cataluña es un mero instrumento y los independentistas de ERC son un mero instrumento de poder del señor Sánchez”, abundó el líder de la oposición.

Recordó en este momento cómo Sánchez prometió “traer” al expresidente Carles Puigdemont para juzgarlo “y ahora resulta que nos descubre que lo que prometió es indultarlo”. “¡Entre juzgarlo e indultarlo vuelve otra vez la mentira sanchista a las calles de Cataluña y de España!”, exclamó, insistiendo en que “no es de recibo que nos mientan tanto”.

Así las cosas, marcando todas las distancias posibles con Sánchez, Feijóo se afanó a la hora de trasladar que su intención es “unir a todos los españoles” y dejar atrás un Gobierno en “lío permanente” al estilo de “una telenovela mala”. Por ello volvió a referirse a su propósito de conformar “un Gobierno en solitario” que “solo se deba a los ciudadanos”.

“La mejor opción”, resaltó, es un Ejecutivo “fuerte, sólido y al que responsabilizar de sus decisiones”. Por ello, si los electores le dan su confianza el 23-J, prometió devolvérsela con “un Gobierno que gobierne y no delegue, un Gobierno que asuma los problemas, que no se apunte solo a las buenas noticias y que sea capaz de gestionar las malas”.

Feijóo terminó diciendo que “es el momento de la responsabilidad, del rigor, de apostar por un conjunto de gobernantes que no vengan a aprender y vengan experimentados” tras haber “gestionado cosas importantes”. “Es el momento del cambio en España” y de “iniciar una nueva etapa” como “lo hizo Felipe González en 1982 después del golpe de Estado de 1981”, remachó.