Desde Barcelona, al intervenir en una jornada organizada por el Cercle d’Economia, Feijóo respondió de tal manera al ser preguntado por Vox y en concreto por las líneas rojas que marcará en los pactos y cuál es su posicionamiento a la hora de trazar acuerdos con el partido de Santiago Abascal para poder gobernar.

Al encarar esta pregunta, Feijóo se remontó a sus resultados en Galicia. En primer lugar, recordó que en el año 2009 se presentó a las elecciones y no tenía “ninguna” encuesta que le dijera que iba a sacar una mayoría absoluta. En 2012, prosiguió, se volvió a lograr este resultado cuando se habían hecho “los ajustes necesarios en España para que no nos intervinieran” y “no era el mejor momento del PP”.

Ya en 2016, recalcó Feijóo, “no había mayorías absolutas en España” y por tercera vez la logró en Galicia. En 2020 se consiguió la cuarta a pesar de la situación de pandemia que llevó a celebrar los comicios en “un periodo valle de disminución de contagios” y “en una situación inédita”.

Tras ello, “mis compañeros me propusieron o me empujaron hacia la Presidencia de mi partido”, rememoró Feijóo tras la crisis inédita que experimentó el PP hace ya más de un año y que supuso el fin político de Pablo Casado. Ya bajo su mandato, las elecciones andaluzas de junio del año pasado arrojaron otra mayoría absoluta, recordó.

“¿Y eso de que no hay mayorías absolutas?”, planteó Feijóo tras hacer esta exposición y remitirse también a los propios resultados cosechados el pasado domingo en la Comunidad de Madrid y en La Rioja. Entonces, aseguró que dentro de su planteamiento político no perderá “ni un minuto en explicar” cuál “no” es su objetivo.

“Yo intentaré dedicar mucho tiempo a explicar mi objetivo y mi objetivo es que en España haya un Gobierno que tenga una mayoría suficiente para hacer las reformas que necesita el país”, explicitó el líder de la oposición. Su propósito, añadió, es que el futuro Ejecutivo tenga “amplitud de miras para llamar al PSOE y a los partidos que creen en las reformas en nuestro país, si es que el PSOE vuelve a creer en ellas, e intentar consensuarlas. Y si no, hacerlas”.

Aseguró que a su edad no aspira a ser presidente del Gobierno de España para “estar” y quedarse. “No vengo a esto. Yo vengo a intentar ser útil a mi país”, subrayó, y compartió su deseo de que los ciudadanos vean mejorías en el país una vez pueda acabar su mandato si es que logra ser presidente, que admitió que no sabe si lo será.

En su caso, aseguró que puede ir a Galicia tranquilamente y se siente “cómodo y querido” tras haber gobernado en esta comunidad autónoma. En clave catalana, si logra acceder al poder tras el 23-J, también compartió su anhelo de que a pesar de las divergencias los ciudadanos se queden con que él es un “tío previsible” que no ha “engañado” y “ha hecho lo que ha dicho”.

“Este es mi catecismo y no lo pienso cambiar”, sentenció el líder de la oposición. Por ende, “explicar qué es lo que no quiero hacer no tiene mucho sentido”, respondió a la pregunta formulada sobre eventuales pactos con Vox.