Así lo manifestó el vocal de Relaciones Exteriores de la Federación, Óscar Rodríguez, durante su intervención en la jornada ‘40 años de España en la UE: De la adhesión a la igualdad en derechos Lgtbi+’, organizada por la entidad en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.

Rodríguez aseguró que, actualmente, hay una llamativa “radicalización” de una parte de la juventud, alentada por “discursos de odio en redes sociales, la desinformación y un clima político que legitima la instrumentalización de los grupos en situaciones de vulnerabilidad para sus fines”.

Por eso, defendió que es “urgente” redoblar los esfuerzos en políticas de juventud y en narrativas “positivas” que conecten con las “inquietudes reales de esta generación” porque el futuro de los derechos también se “juega” en las aulas, TikTok, en los videojuegos, en debates universitarios y grupos de WhatsApp -espacios con mayor presencia juvenil-.

El vocal de la Felgtbi+ también recordó que los estudios del CIS y las encuestas europeas revelan un crecimiento de actitudes Lgtbifóbicas y antidemocráticas entre la juventud, especialmente entre los hombres, y que la última investigación Radiografía de la Educación en Diversidad Lgtbi+ de la Felgtbi+ muestra que la mitad del colectivo fue víctima de algún tipo de incidente de odio en su etapa de educación secundaria.

La Jornada ‘40 años de España en la UE’, celebrada en la sede del Parlamento Europeo en España, acogió varias mesas de debate que ofrecieron reflexiones de activistas, de representantes académicos, del sector público y de entidades sociales.

En el evento, la investigadora Lucrecia Rubio Grundell protagonizó la ponencia marco para presentar las conclusiones de un estudio sobre la evolución de los derechos Lgtbi+ en España y la UE. Apuntó que, desde su ingreso en la UE en 1986, España experimentó una “rápida transformación” en el reconocimiento de los derechos del colectivo.

Por su parte, la comisionada para la Celebración de los 50 años de España en libertad, Carmina Gustrán, incidió en la diferencia entre la España de la dictadura franquista y la actual, que es “en el respeto a la diversidad, y muy especialmente a la diversidad sexual”.

Asimismo, la directora de la Oficina Parlamento Europeo, María Andrés, destacó que el reto “más urgente” es “no dar nada por sentado”. Los discursos de odio se han “sofisticado y camuflado en nuevas formas”, pero intentan lo mismo: “dividir, señalar, excluir”. Por ello, hay que “anticiparse, educar, legislar y actuar”.

El encuentro también contó con la participación de representantes de las universidades Complutense de Madrid (UCM), la de Educación a Distancia (UNED) y la de Salamanca (USAL); de las organizaciones Equal Rights Coalition, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Thomson Reuters Foundation, de la Asociación Karibu, la Comisión de Diversidades Sexuales (Lgtbi+), el Cermi y Calala Fondo de Mujeres; y representantes de comunidades autónomas.