A una última pregunta sobre si sería capaz de superar el clima adverso contra el Gobierno y el PSOE, a causa de las denuncias de corrupción, el presidente dijo: "Estamos perdiendo la batalla del ambiente, y estoy perdiendo credibilidad como presidente del Gobierno, aunque esto no se debe decir, ya que la norma es sacar pecho".

González explicó que una parte de esa pérdidade credibilidad es lógica, por la propia acción del poder, aunque otra, dijo, le preocupa, por entender que no tiene justificación.

Agregó que han tratado de hacerlo honradamente y la peor erosión que pueden sufrir viene del cuestionamiento de la honradez de los responsables políticos. "Yo me siento aludido", dijo.

Explicó que "los que tuvimos la mala suerte de vivir la dictadura y no nos gustaba aquello estamos en política más por razones morales que profesionales y si la conclusión de la experincia de gobierno es que uno puede perder la fuerza moral, se pierden también más cosas, pero sobre todo, desde el punto de vista humano, algo que no estoy dispuesto a perder, mi patrimonio moral".

Finalmente, Felipe González dijo que diez años de ejercicio de gobierno, que se han intentado hacer con una actitud honrada, no deberían conducir a un ambiente como este, en el que no sólo se cuestiona la honradez de las personas, sino algunas cosas más del sistema democrático.