"El país", insistió, "va a tener que abrirse a la competencia. Si nosotros no empezamos a introducir gradualmente la competencia, Telefónica no se vapoder adaptar a la nueva situación, y los nuevos competidores van a tener más fácil coger mercado español, mientras que, si nosotros introducimos competencia con suficiente tiempo, Telefónica podrá adaptarse".

Fernández Ordóñez utilizó el símil de lo que ha pasado en la Industria para describir lo que no quiere que ocurra en el sector de telecomunicaciones.

"Uno de los problemas que hemos tenido en España", dijo, "es que hemos retrasado hasta el último día la liberalización de la Industria, y es es una de las razones por la que nuestras industrias son más débiles, y la penetración extranjera en la industria es muy fuerte".

En su opinión, la introducción de competencia gradual significa que habrá que bajar algunos precios de servicios, y por tanto, "el márgen cuando entre un competidor de fuera no será tan fuerte y no va a ser tan fácil entrar".

Respecto a las posibles bajadas de precios que traería la liberalización, Fernández Ordóñez indicó que la introducción de la plena competencia prmitiría una reducción de tarifas en algunos servicios practicamente a la mitad, con el consiguiente ahorro para los consumidores.

También señaló que la demora de la liberalización por parte del Gobierno fuerza a hacerlo de golpe, y esto "siempre es malo, porque al final se hace más tarde y, si cabe, con mayor coste".