Tras este anuncio, el portavoz del comit de empresa, Vicente García, ha advertido que los sindicatos pedirán antes de aprobar el expediente "un informe económico que justifique estos nuevos despedidos".

El pasado julio, la firma de confección ubicada en la población de Canals, al sur de Valencia, llevó a cabo el primer expediente de regulación de empleo que afectó a 300 trabajadores de los 1.400 que contaba desde que se declaró en suspensión de pagos en diciembre del año pasado.

La dirección de la empresa ha justificado la necesidad deeste nuevo recorte de la plantilla "para cumplir el planr de viabilidad aprobado por accionistas, sindicatos y la Generalitat Valenciana en el último verano", según ha declarado José Luís Pons, representante de la firma.

Ferrys se vió involucrada a finales de octubre pasado en un escándalo de tráfico de influencias, al descubrirse en la ciudad italiana de Milán una red de militares y empresarios que favorecían contratos con fábricas de uniformes para el ejercito y la policía de ese país. La prensa itaiana implicó también a otra empresa española, Undico, en el mismo asunto.

La empresa desmintió su impliciación en estos posibles sobornos, reconoció, sin embargo, que mantiene contratos con el ejercito itialiano para suministrar ropa durante los tres próximos años por un valor de 1.000 millones de pesetas.