La acusación particular solicita también una pena de 30 años de cárcel por entender que hubo premeditación y alevosía en la autoría delos hechos. La defensa, por su parte, pide la absolución de Pilar Mazaira al estimar que la muerte del niño fue accidental y que la acusada se encuentra en tratamiento psiquiátrico.

Pilar Mazaira declaró hoy que la muerte de Pablo Rodríguez, en mayo de 1992, fue accidental. Según su testimonio, ella sufrió un desvanecimiento cuando le estaba haciendo al niño una corbata con una media. La acusada mantiene que cuando se recuperó, el pequeño ya estaba muerto.

La acusada aseguró también que estaba enun estado anormal cuando metió el cuerpo del niño en una maleta y lo envió a Madrid. A continuación, Pilar Mazaira llamó a la madre del menor para reclamar un rescate de 30 millones con la intención, según la acusada, de evitarle sufrimientos.