Los principales implicados son JoséManuel Marrero, sargento jefe del Grupo de Investigación y Antidroga (GIFA) de la Comandancia de la Guardia Civil en Las Palmas, Francisco Rodríguez, sargento jefe del Resguardo Fiscal del aeropuerto de Gran Canaria, Francisco Pérez, agente de la GIFA y Wenceslao Fernando, guardia civil.

Según la fiscalía, los acusados pretendían introducir en la isla más de dos toneladas de droga. También se les acusa de la sustracción de más de ocho kilos de heroína que habían sido incautadas y que iban a ser destrudas.

Luz Marina Guerra es considerada por el fiscal como la cabecila de la organización y la persona que tenía los contactos en Colombia para la introducción de la droga.