El cuerpo de la joven apareció entre unos matorrales, en una zona próxima al citado local nocturno. El acusado se declaró culpable de la muerte de la chica y explicó que la asfixió con sus propias manos, aunque negó en todo momento haber cometido prácticas necrofílicas posteriores al asesinato.

Mientras ue la defensa solicitó nueve años de cárcel para su cliente, alegando homicidio y no asesinato, el ministerio fiscal y la acusación particular reclamaron penas que suman en total más de 50 años de prisión por los delitos de asesinato y violación. El juicio, que se inició hoy, quedará visto para sentencia mañana, según lo previsto.

Los informes psiquiátricos encargados por la defensa y la acusación particular en el proceso contra Ull Prats han establecido el perfil psicótico del acusado, ya que se trat de una personalidad situada en la frontera entre la psicosis y la neurosis. El acusado ha sido inscrito en el tipo de enfermos perversos, con tendencias sadomasoquistas.