El Ministerio Público abrió diligencias el jueves para investigar lo sucedido en el programa de detección precoz del cáncer de mama en virtud de las cuales ha pedido todos los informes a la Junta de Andalucía y un relato de las medidas puestas en marcha para evitar la repetición de estos sucesos. La denuncia en este caso partió de los partidos Adelante Andalucía y Por Andalucía y también por el Defensor del Paciente.

Sólo dos días más tarde, la Fiscalía abre otra línea e investigación para averiguar si en algún momento se produjo manipulación de los historiales médicos tal y como denunció la asociación Amama el pasado martes.

Según esa denuncia, en varios informes clínicos que señalaban en un primer momento la existencia de posibles lesiones, desaparecieron de los archivos o vieron modificadas las valoraciones de peligrosidad de las mismas, al tiempo que se borraron los nombres de los radiólogos y sus firmas.

El consejero de Sanidad, Antonio Sanz, negó los cambios y acusó a las denunciantes de “levantar infundios” en un primer momento, aunque más tarde el Gobierno andaluz acabó diciendo que se habían producido problemas técnicos que habían impedido el acceso a los historiales médicos.