La Policía Nacional detuvo a Blanco en el pasado 16 de noviembre ya que tenía una orden internacional de detención por haber cometido presuntamente una serie de abusos y agresiones sexuales a menores de edad en la congregación evangélica que estaba a su cargo.

El sacerdote, de 38 años, está imputado por abuso sexual agravado en una causa que tramita el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°43 en Argentina. El magistrado responsable había solicitado su captura internacional a Interpol, para proceder a su posterior extradición.

Según la acusación, el pastor evangélico aprovechaba el vínculo de confianza creado con los adolescentes y sus familias para perpetrar los abusos. Siempre actuaba del mismo modo. Primero buscaba una excusa para que el menor se quedara a dormir en su casa con la aquiescencia de sus padres y allí cometía los abusos.

En uno de los casos, prometió a un chico de 14 años una rueda para el monopatín que le había traído de Estados Unidos. Una vez en su casa, el religioso le tocó los genitales mientras dormía, pero el niño se percató de lo que estaba sucediendo. Según las autoridades argentinas, este mismo ‘modus operandi’ se repitió en otros seis casos.

En otra ocasión invitó a dos hermanos de 12 y 14 años. Le tocó los genitales a uno de ellos, le practicó sexo oral y le fotografió medio desnudo. La víctima, que quedó en shock, fingió estar dormido. Después procedió de manera similar con su hermano.

El pastor convocaba partidas de Playstation, se ofrecía a enseñar a conducir a alguno de los adolescentes u organizaba reuniones en su casa para tomar mate. Cuando los jóvenes dormían procedía a manosearles y sólo en una ocasión una de las víctimas se encaró con él y le preguntó qué hacía, ante lo cual el hombre paró en sus tocamientos.

La Fiscalía española no se opone a la extradición dado que estos delitos están pensados en las legislaciones de ambos países, que los hechos no han prescrito y que la reclamación no tiene motivación política.

Además, se muestra favorable a la entrega pese a ser español porque el grueso de la investigación, las víctimas y los testigos están en Argentina y Blanco no tiene causas pendientes en España.