Esta reflexión figura en la Memoria de 2022 de la Fiscalía General del Estado, que incluye un apartado referido al terrorismo y sus distintas amenazas.

En esta sección, la Fiscalía de la Audiencia alude a que “el enaltecimiento del terrorismo es tratado jurisprudencialmente igual que en años anteriores y dependiendo del grupo que se enaltece: ETA, Grapo, yihadismo”.

Se explica que el enaltecimiento del yihadismo es “el de más fácil prueba y condena (monitorización de redes sociales)”. Sin embargo, la persecución de quienes ensalzan a ETA y el Grapo “se hace complicada” y se ha convertido en “un delito de casi imposible condena”.

Se explica que esta dificultad deriva de la “disolución y desarticulación” de estas bandas terroristas y “las exigencias jurisprudenciales de riesgo, aun abstracto, de la comisión de ilícitos penales a consecuencia de la acción enaltecedora y que, además, sea abarcado el mismo por el dolo del autor”.

HUMILLACIÓN A LAS VÍCTIMAS

En cuanto al “enaltecimiento y humillación a las víctimas” de la banda etarra, la Fiscalía destaca que el 13 de marzo del pasado año se celebró un recibimiento a etarras u 'ongi etorri' en el frontón público de Berango (Vizcaya).

Por lo que se refiere a la amenaza que para España supone ETA y su entorno, se apunta que el “principal vector” de riesgo en este ámbito “viene definido por los distintos colectivos, plataformas y grupos que conforman el entramado del independentismo radical vasco, siendo especialmente activos aquellos vinculados a los colectivos juveniles”.

Respecto a estos grupos, cuyo principal referente es el Movimiento pro-Amnistía y contra la Represión-Amnistía ta Askatasuna (ATA), tienen como denominador común la reivindicación de la amnistía sin condiciones, para todos los presos de ETA, así como el regreso de los “refugiados”. Se destaca que “su capacidad operativa y de movilización es reducida: no poseen una estructura organizativa estable; carecen de infraestructuras propias y hacen uso de locales de otros colectivos; y su sistema de financiación es bastante precario”.

Por lo que se refiere al yihadismo, se apunta que en España “predominan las redes logísticas de apoyo -fundamentalmente Daesh- en los ámbitos de financiación y, principalmente, de captación, adoctrinamiento y reclutamiento, tanto en entornos físicos como virtuales”.

Según la Fiscalía, “el hecho de que estas estructuras no constituyeran una amenaza inminente, no resta relevancia a su presencia en España, dado que su nivel de radicalización las hacía susceptibles de tornarse, en un momento determinado, en operativas o de prestar apoyo logístico a una potencial acción terrorista”.