Ucrania

Fotógrafas ucranianas captan cómo pasarán la Navidad los niños que viven en Ucrania y los que se han refugiado en otros países tras la invasión rusa

Madrid
SERVIMEDIA

Las fotógrafas ucranianas Anastasia Vlasova, Alina Smutko y Nina Sologubenko han documentado la vida cotidiana de aquellos niños ucranianos que pasarán la Navidad viviendo en zonas de combate en Ucrania tras la invasión rusa de su país; o refugiadas en Rumanía y el Reino Unido, donde se instalaron con sus países para huir de los estragos de los combates.

Según informó Save the Children, sus imágenes muestren el impacto que la invasión ha tenido sobre la vida de 7,5 millones de chavales ucranianos; prueba de ello es que la ONU calcula que más de 400 menores han perdido la vida y más de 700 han resultado heridos -si bien la cifra puede ser mucho mayor- desde el pasado mes de febrero.

La invasión rusa de Ucrania ha provocado la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, lo que llevará a “millones de niños ucranianos” a pasar estas fiestas tan señaladas lejos de su hogar, su familia y sus seres queridos.

En ese sentido, alrededor de ocho millones de ucranianos -el 40% de ellos niños- han huido de Ucrania, en cuyo territorio uno 6,5 millones se han convertido en desplazados internos; muchos de los cuales se enfrentarán a un invierno de penurias y sufrimiento, soportando temperaturas bajo cero, apagones y falta de cobijo.

Así pues, Krhystyna, de 8 años, de Bucha, pasó entre cinco y seis horas seguidas escondida en un sótano helado en compañía de su familia durante el punto álgido del conflicto, mientras llovían misiles y bombas sobre su pablo. Su madre, Oksana, confiesa que el pelo de su hija ha empezado a encanecer por el estrés de lo que tuvo que soportar, y llora cuando se lo trenza.

La serie fotográfica también capta la angustia de dejar atrás a la familia y los amigos en Ucrania y el reto de empezar una vida en un nuevo país; pero también la esperanza, el apoyo y la generosidad de la gente en los lugares de acogida de los refugiados.

Karina, de 12 años, y su familia tuvieron que abandonar sus hogares dos veces durante el conflicto: en 2014 huyeron de los combates en Donetsk; y este año, cuando cayeron misiles cerca de su casa en Odessa, lo que les llevó a refugiarse en el norte de Ucrania, donde reciben apoyo en el centro de Save the Children para refugiados de Ucrania.

En la misma línea, Masha, de nueve años, huyó con su familia de Kiev en junio, cuando la capital fue atacada, dejando allí a su padre, a quien lleva más de seis meses sin ver, y ahora vive en una ciudad costera del Reino Unido.

Cuando se les pregunta por la Navidad, afirman que añorarán el ambiente de esos días en Ucrania y desean que estas fechas sean propicias para que llegue la paz a su país.

Ante esta situación, la directora nacional de Save the Children en Ucrania, Sonia Khush, atestiguó en los últimos diez meses “los niños y niñas han visto cómo sus hogares y escuelas eran atacados, y se han visto separados de sus familias y amigos al huir de los combates”.

También llamó a no “subestimar el coste psicológico de vivir en guerra constante”, al tiempo que “cada mes que dura este conflicto se producen nuevos episodios de violencia contra la infancia, hasta ahora inimaginables”.

Por ello, concluyó observando que “esta debe ser la última Navidad que los niños y niñas de Ucrania vivan bajo ataques o en países de acogida, lejos de casa”.

(SERVIMEDIA)
19 Dic 2022
MST/gja