En la presentación del libro "El relevo", del periodista Gonzalo López Alba, el ex presidente esbozó la situación de la política actual con una referencia expresa a lo ocurrido en las elecciones presidenciales de Francia.

"Estoy oyendo miles de interpretaciones. Quiero deirles una cosa: la V República está liquidada, y cuanto antes la den por liquidada y hagan algo alternativo, mejor", sentenció González, para quien es "una tontería" debatir sobre el origen de los votos que han dado a Chirac su mayoría en la segunda vuelta.

La causa de esa situación es, según González, una "doble línea de fractura" de la política francesa: una que arranca desde la Revolución de 1789 y que sigue definiendo aún la política de este país, y que separó entre izquierda y derecha, y otra, laque separa a bonapartistas de modernizadores.

El problema actual de la política francesa, en virtud de este análisis, es que el bonapartismo está en la izquierda y en la derecha, y eso ha provocado una confusión total en los políticos franceses y en los electores.

Así, Felipe González aseguró que el "tremendo error" de Chevenement al presentarse como candidato no fue que pudiera fracturar a la izquierda, que también, sino el no asumir que es bonapartista, no modernizador.

En esta tesitura, "o que hace Le Pen es simplificar dramáticamente y agotar el discurso absolutamente trasnochado de los bonapartistas" y volver a la idea de "La France, La Grande", provocando así un trasvase de votos que puede ir desde la ortodoxia comunista hasta el líder ultraderechista, sin que la ciudadanía lo entienda.

En la política francesa, prosiguió González, los que pretenden ser modernizadores pero no se sienten bonapartistas actúan aún "vergonzantemente", mientras que los bonapartistas no tienen ningún tipode escrúpulo en mostrarse así, "vuelven la mirada atrás, simplifican el mensaje y terminan en La France".

Por ello, consideró necesario eliminar esta dicotomía en la que se basa la V República para normalizar la vida política del país.