La razón es el "estrés hídrico" que padecen las plantas con tanto calor, según Torres, "que se manifiesta en cada cultivo de manera diferente. Las frutas tienen menos calibre, menos peso y están menos dulces y, por su parte, en las hortalizas se están produciendo deformaciones en la hoja de algunos alimentos".

Según el secretario general de AvaAsaja, "otro de los problemas que estamos sufriendo es que hemos tenido que duplicar los riegos, lo que nos supone un gasto muy importante. Además, las plagas hace que tengamos que incrementar los gastos en el tratamiento de las enfermedades".

Por otro lado, si no se sigue una cadena de frío adecuada, Asaja considera comprensible que el producto dure muy poco tiempo en los mercados en condiciones óptimas y pueda llegar al consumidor deteriorado o con sobremaduración.

Torres señaló que en algunas onas de España "la situación es peor, como en el caso de Andalucía, pero incluso en Alicante han tenido el problema de que no han podido ni plantar las hortalizas porque no había agua".

Por su parte, el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Fernando Moraleda, aseguró que en el sector de las frutas y hortalizas hay importantes pérdidas, particularmente en sandía, melón, ciruelas y tomates.

Estos daños, junto al incremento del número de riegos necesarios, está mtivando un incremento de los costes habituales tanto por el mayor número de tratamientos necesarios como por el mayor volumen de agua utilizada, aseguró la UPA.