La iniciativa se desarrolló en dos fases (emergencia y recuperación) con el objetivo de atender las necesidades más urgentes y acompañar a las familias a largo plazo. El plan se articuló en torno a cuatro líneas de acción: emergencia, inclusión social, salud y atención a la infancia.

“Un año después, el compromiso sigue vigente con el propósito de contribuir al bienestar y la recuperación de las comunidades más afectadas por la tragedia”, explicó la fundación. Por ello, aumenta esas ayudas, “con el fin de seguir acompañando a las entidades sociales que trabajan en las zonas damnificadas y contribuyen activamente a la recuperación”. Este refuerzo permitirá apoyar 27 proyectos adicionales, centrados en dar respuesta a las necesidades derivadas de la dana.

Entre los beneficiarios de este plan se encuentran Inma y su hijo de 11 años, que vieron cómo la dana inundaba su casa en l’Horta Sud y tuvieron que empezar de nuevo en una situación de gran vulnerabilidad. A través del programa CaixaProinfancia, y de la mano de Save the Children , el niño recibe refuerzo educativo y participa en actividades de ocio que promueven la igualdad de oportunidades. El reto es recuperar el tiempo perdido para que pueda equipararse al resto de niños no afectados por el temporal.

Estas ayudas también afectaron a Mamadou, un joven de Guinea-Conakry que llevaba apenas un año en Torrent cuando el temporal arrasó la zona. Gracias al programa de inserción laboral Incorpora y a la Fundación Nova Feina”, Mamadou realizó una formación en reformas y rehabilitación centrada en la reconstrucción de viviendas. Participó en los trabajos de recuperación y acabó siendo contratado por la empresa de reformas, lo que le permitió “alcanzar la estabilidad y la autosuficiencia en un contexto de gran incertidumbre”.