En su escrito, el letrado, también procesado en el sumario, insinúa que algunas de ellas proceden del propio instructor de la causa, el juez Javier Gómez de Liaño, dado que hacen referencia a intenciones del magistrado.

Así, pone como ejemplo que el diario "El Mundo" informó que el juez teníala intención de citar a declarar como testigo a la esposa del general Enrique Rodríguez Galindo un día antes de que ésta finalmente compareciera ante el magistrado.

"No puede dejar de sorprender que el periódico pronostique con tanto acierto la voluntad o pensamientos" de Gómez de Liaño, señala Argote, quien indica que "acaso la explicación más sencilla y verosímil sea que el propio sr. magistrado haya comunicado sus intenciones antes a los periodistas que a la interesada".

Insiste en que "más soprendente es todavía los anuncios en prensa de que la esposa de Rodríguez Galindo será citada en el futuro como imputada". Y añade en referencia al juez instructor, Javier Gómez de Liaño, que "esa intención sólo puede estar en la consciencia del juzgador de instrucción. Por lo que sólo de ahí puede salir la filtración".

El abogado destaca que "afirmar que desde el juzgado central de instrucción número 1, o personas del entorno, se están produciendo selectivas filtraciones a medios de comunicación no mnos especialmente elegidos, es enunciar una evidencia".

No obstante, asegura que "desconoce este letrado desde donde parten estas singulares confidencias, en todo caso las posibilidades no parecen muchas, toda vez que las partes personadas, ni acusación ni defensa, están al corriente de las nuevas investigaciones que se siguen en el curso de la instrucción", al estar declarada secreta.

Finalmente, indica que "los hechos que se vienen produciendo y la forma de proceder antes descrita, tan alejada e la ortodoxia procesal, están causando un serio quebranto a mis defendidos, expuestos a informaciones sobre su vida, familia, patrimonio... que lesionan gravemente su reputación".

"Noticias de esa laya, seguramente están causando también un daño, tal vez irreparable, en el curso y buen fin del procedimiento en que se hallan mis defendidos y este letrado procesados", concluye.