Así narró Damborenea el nacimiento de las siglas GAL para utilizarlas como firma que reivindicara las actuaciones españolas contra ETA en el sur de Francia.

Estas siglas aparecieron por primera vez en el comunicado que los policías españoles introdujeron en la chaqueta de Segundo Marey en el momento en que fue liberado y en el que, después de responsabilizarse del scuestro, se aseguraba que "cada asesinato por parte de los terroristas tendrá la respuesta necesaria, ni una sola víctima permanecerá sin respuesta".

Damborenea dijo que se trataba con este comunicado de "vestir una operación, de obtener algo de la desdichada operación de detención de Marey".

"Había que intentar sembrar el terror en aquella comunidad de bienaventurados del sur de Francia", insistió Damborenea en relación a los etarras que vivían en el sur de Francia, y añadió que, después del comnicado, surgió el pánico en el País Vasco-Francés y los etarras que vivían solos se agruparon.

Sin embargo, negó que el escrito tuviera otra intencionalidad que la de crear ese miedo y nerviosismo entre los etarras que se refugiaban tras la frontera francesa.