El general llegó al edificio de la Audiencia Nacional minutos antes de las diez de la mañana, hora a la que había sido citado por el juez, y pasada una hora y media abandonó la sede judicial sin hacer declaraciones a la prensa.

Miranda fue citado por Garzón como testigo, aunque el jue le había advertido que fuera acompañado por un abogado, porque podría ser inculpado. Finalmente, el general no ha sido inculpado.

Tanto el CESID como el Gobierno insisten, y así se lo han comunicado a Garzón en un escrito, en que el supuesto documento fundacional de los GAL no existe, pero aunque existiera el CESID no estaría obligado a facilitárselo al juez, invocando el derecho al secreto profesional, según fuentes del centro.