Según informaron fuentes jurídicas, los dos agentes, que fueron asistidos por el abogado José María Fuster Fabra, se negaron a declarar ante el magistrado acogéndose a su derecho a no testificar.

Además de estas comparecencias, el juez Garzón también tiene previsto tomar declaración mañana, como imputados, a otros dos miembros de la Guardia Civil.

El magistrado inició la investigación del secuestro del miembro de los GRAPO, ocurrida en 1990, después de que el ex responsable de la Guardia Civil Luis Roldán declarase que dicha operación, cuya finalidad era sacar información al terrorista sobre otros miembros de la organización, le fue encargada por el exsecretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera con el conocimiento del ex ministro de Interior José Luis Corcuera.

Ambos ex responsables de Interior prestaron declaración ante Garzón el pasado viernes y en sus comparecencias negaron ante el juez cualquier relación con estos hechos.

Además, el magistrado les sometió a un careo con Luis Roldán, que ese día amplió su declaración anterior y señaló al juez que la orden de realizar esa operación también le fue dada por Corcuera. Durante los careos,tanto Corcuera como Vera se limitaron a negar su participación en la operación, sin entrar a rebatir las acusaciones de Roldán.