Aseguró que sus discrepancias no eran de fondo, pero insistió en que las diferencias que mantuvo con la direccióndel grupo sobre los criterios de la intervención le aconsejaron no hablar en nombre de los parlamentarios socialistas.

El ex magistrado se negó a explicar los fundamentos de sus criterios, por entender que eso sería hacer "una intervención bis" en los pasillos una vez terminada la reunión de la comisión.

Pérez Mariño se mostró satisfecho con la decisión del Gobierno de acudir a informar a la Cámara a la mayor brevedad posible y se reservó su opinión sobre el "caso GAL" hasta después de haber oidoal ministro.