Después de la declaración remitida po González a la Mesa del Congreso el pasado 31 de julio, la Comisión del Estatuto del Diputado debe redactar un dictámen que pasará al pleno de la Cámara para su votación en sesión secreta. Este trámite podría concluir, como muy pronto, a mediados del próximo mes de septiembre.

En declaraciones a Servimedia, Pedro Antonio Ríos consideró "muy difícil" que González obtenga la compatibilidad y, en caso favorable, se mostró convencido de que el caso para el que quiere asumir la defensa, el "caso Marey", enra dentro de la limitación establecida para los procesos relacionados con la Administración Central del Estado.

Esta limitación, recogida en la Ley del Régimen Electoral General, afecta a otros diputados que ejercen de abogados, como el socialista José María Benegas o la presidenta de Nueva Izquierda, Cristina Almeida, que no pueden defender a nadie de una decisión de la Administración, al entenderse que "podrían abusar de su condición de diputado para presionar a la Administración", explicó Ríos.

En el caso que González pretende asumir, el Estado está incluso declarado como responsable civil subsidiario, recordó Ríos, que se mostró partidario de que el ex presidente "opte" entre su condición de diputado o el ejercicio de la abogacía para defender a los condenados por el "caso Marey".

Como ejemplo, Ríos recordó que los parlamentarios pueden solicitar la compatibilidad para pronunciar conferencias o colaborar con medios de comunicación, pero no pueden cobrar ningún tipo de retribución de ningun empresa pública.

No obstante, admitió que se trata de un deber "moral" cuyo incumplimiento no conlleva sanción específica alguna salvo una eventual llamada de atención por parte del Congreso para resolver la incompatibilidad.

Ríos advirtió que si el ex presidente firma el recurso ante el Constitucional antes de recibir la preceptiva autorización por parte del pleno del Congreso, el Reglamento de la Cámara quedaría "falseado". Por este motivo, le recordó la posibilidad de esperar a conocer la decsión de la Cámara y, si es favorable, adherirse después al escrito.