El glaucoma pseudoexfoliativo suele manifestarse en primer lugar en un solo ojo, pero con el paso del tiempo termina afectando a ambos ojos, aunque de manera asimétrica. Al igual que la mayoría de los glaucomas, no causa síntomas en su fase inicial. Sin embargo, su agresividad hace que el paciente pueda percibir antes la afectación visual secundaria al daño en el nervio óptico.

Un estudio realizado en la población gallega reveló que la prevalencia media de pseudoexfoliación es de un 6,5% en pacientes mayores de 40 años, incrementándose este porcentaje con la edad, encontrándose material pseudoexfoliativo en casi un tercio de los pacientes mayores de 80 años.

Por lo general, el glaucoma es una enfermedad silenciosa, por ello los especialistas recuerdan la importancia de asistir una vez al año a la revisión oftalmológica preventiva. La detección del glaucoma en su fase inicial es primordial, y no cuando se presenta una afectación irreversible del campo visual o incluso la pérdida total de la visión.

La enfermedad del glaucoma es una de las primeras causas de ceguera evitable en el mundo. En Galicia afecta a unas 70.000 personas, y a más de medio millón en España, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hasta el 50% de pacientes están sin diagnosticar, ya que se trata de una patología silenciosa que no causa síntomas hasta estados muy avanzados.

Desde el Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla incidieron en que actualmente el único tratamiento del que se dispone para esta enfermedad es la bajada de la presión ocular. “Al tratarse de una enfermedad crónica, el tratamiento es de larga duración y es clave el cumplimiento de éste para conservar la visión y mantener la calidad de vida”, según explicó el responsable de la Unidad de Glaucoma del Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla, el doctor Fernando López.

Actualmente, existen solo cuatro tipos de medicamentos aprobados en España para disminuir la presión intraocular. En un futuro próximo se dispondrá de un nuevo fármaco, a partir de inhibidores de la rho quinasa, que está aprobado ya en otros países, como Estados Unidos.