Cultura
García Montero cree que la ausencia del asturiano entre las lenguas cooficiales no es buena para “el orgullo de la diversidad”
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El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, defendió este jueves la conveniencia de que el asturiano sea considerada una lengua cooficial del Estado y arguyó que su ausencia como tal “no es buena ni para los asturianos ni para el orgullo de la diversidad española”.
Lo dijo en su intervención ante la Junta General del Principado de Asturias en su calidad de miembro del grupo de expertos y representantes institucionales invitados por formaciones políticas para asesorar sobre la reforma del Estatuto de Asturias para la declaración de la oficialidad del asturiano y del eonaviego, según informó el Cervantes.
Luego de testimoniar sus condolencias García Montero por la muerte de varios mineros en un accidente en Cerredo, precisó que no le corresponde a él “decidir respecto al nivel de protección y oficialidad que Asturias desee darle a su propia lengua”, pero alertó de que “las inercias legales y sociales de su ausencia entre el número de las lenguas cooficiales del Estado pasa algunas facturas”.
Tras mencionar algunas palabras y expresiones en esta lengua, proclamó que “España es un país felizmente diverso y cada español es inmensamente rico por ello” y manifestó que “España no sólo es un país diverso, es un país orgullo de serlo”. A su juicio, “no podría ser de otro modo cuando es a su vez parte de una enorme comunidad, la hispanohablante, a la que aportamos, conviene recordarlo, sólo el ocho por ciento de sus casi 600 millones de habitantes”.
García Montero observó que “sentirse español es también parte de la diversidad en la que está el asturiano”, ya que “las identidades abiertas y más fructíferas son aquellas que consiguen equilibrar el orgullo local dentro de las ilusiones comunes”. “Sentirse asturiano es sentirse español”, aseveró.
El director del Cervantes manifestó que supone “un error dentro del espacio autonómico no comprender que las ilusiones comunes sólo descansan con firmeza en el reconocimiento de la diversidad” y recordó que “no es lo mismo ser una lengua mayoritaria que hegemónica, queriendo homologar las realidades que habitan”.
García Montero reseñó que “no deja de resultar extraño que alguien pueda despreciar su propia riqueza”, respecto a que todavía haya una parte de asturianos que siguen teniendo a esta lengua como algo ajeno.
Esto le sirvió para deslizar que “quizás la generosidad de Asturias hacia la idea de España le haya pasado factura en el cuidado de su propia tradición cultural y de su propia lengua”.
En ese sentido, afirmó que sin un estatuto de oficialidad, el asturiano “estará siempre en desventaja” y comentó que “puede que esta oficialidad del asturiano llegue tarde a una Asturias que siempre ha llegado a tiempo a la historia de España. Quizás sea la hora de que llegue también a tiempo a su propia historia”.
Por último, García Montero refrendó que en el Cervantes “el orgullo de España, el amor a España y nuestra sensibilidad por las lenguas de España se extiende obviamente al asturiano”, y corroboró que “la falta de este reconocimiento debilita de forma obvia no sólo a la lengua, que encuentra el modo de vivir en sus hablantes y en sus escritores, sino sobre todo a la calidad de su difusión y de su percepción por el posible público que podría acercarse a ella”.
(SERVIMEDIA)
03 Abr 2025
MST/clc