Así lo defendió en el transcurso de su comparecencia en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados, a petición propia para informar sobre el balance del curso y ejecución de compromisos de su departamento y a petición de los grupos Vox y Popular para explicar su posición sobre el turismo, la hostelería, el consumo de carne en España o el impacto de la subida de la inflación, entre otros asuntos.

Tras reconocer que la inflación y la subida de los precios es “una cuestión que preocupa a toda la ciudadanía y preocupa, muy especialmente, a este Gobierno”, Garzón subrayó que el esfuerzo del Ejecutivo “está encaminado a reducir lo máximo posible y amortiguar lo máximo posible la inflación” y en esa línea va, a su juicio, la medida “adicional” de reducción del IVA anunciada por Sánchez “para que nos podamos encontrar con una amortiguación mayor”.

“Por lo tanto, este Gobierno está comprometido para amortiguar la inflación. Tomamos las medidas que son absolutamente necesarias y que son posibles dentro del margen de nuestra actuación y, afortunadamente, van consiguiendo amortiguar en parte dicha inflación”, aseveró, para reiterar que la última anunciada es una "buena medida, necesaria y que, probablemente, se tiene que completar y complementar con medidas que vayan a la raíz del problema”, que tiene que ver con "nuestra dependencia de los hidrocarburos, en particular los combustibles fósiles en general”.

En este punto, señaló que España, “como es evidente para todo el mundo interesado en esta materia, es un país que carece de gas y petróleo”, lo que "nos hace vulnerables a fenómenos externos que ocurren en aquellas plazas o regiones que nos proporcionan estas materias”. Por ello, urgió a “tener presente” que los países que “menos inflaciones están teniendo de todo el mundo” han “intervenido de alguna manera” los precios de la energía, citando los ejemplos de Bolivia, Suiza o Japón.

“Esto está en el debate ahora mismo en el ámbito europeo precisamente por la comprobación de las ineficiencias del mercado”, espetó, para afirmar que esto ha dado lugar, “entre otras cosas”, a medidas como el tope del gas, a su juicio, “evidentemente, por la constatación de las insuficiencias hasta el momento de las diferentes medidas tomadas en el ámbito europeo” al respecto.

Para el titular de Consumo, en la actualidad “existe una preocupación importante también por la tendencia” y urgió a ser “conscientes de que esta inflación tiene características muy específicas”, ya que viene “derivada” no por el crecimiento de las rentas salariales, sino “de los precios de las energías", a lo que se "suman" también, "adicionalmente, los efectos del cambio climático en países como India, Bangladesh o nuestro propio país”.

“Los precios de algunas materias primas fundamentales en verano, como la sandía, están afectados por las alteraciones y los fenómenos climáticos que están ocurriendo en nuestro país”, explicó, en referencia a las “dos olas de calor en primavera” que afectaron a la huerta de Almería y Murcia “muy particularmente” y “alteraron las planificaciones de la producción”, a lo que se unió un incremento de la demanda a causa del calor.

En este punto, advirtió de que, si a eso se le suman las sequías y las inundaciones en países asiáticos como India o Bangladesh y los “efectos sociales” de los refugiados a causa de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el resultado es “una dislocación clara del comercio internacional de materias primas, de minerales, en particular de productos alimentarios y de energías de combustibles fósiles”.

“Esto está tensionado claramente los mercados”, advirtió, para instar a “entender” que no se trata de “un problema de demanda, ni de salarios”. “Por lo tanto, aquellas propuestas encaminadas a la contención salarial probablemente proceden de manuales de economía fosilizados, ya que no sirven para el momento actual”, apostilló, para deslizar que el “problema” de España es “cómo somos capaces de contener la dependencia brutal que existe en los combustibles fósiles en particular”.

La solución, insistió, está en incrementar el peso de las energías renovables en España, además de “ser capaces de poner medidas ambiciosas como la del tope del gas, ser capaces de modular el ámbito fiscal y ser capaces de diseñar medidas más ambiciosas a nivel europeo y a nivel de nuestro propio país, para que seamos capaces de controlar esta dinámica de los precios energéticos”.

TOPE DEL GAS

En este sentido, aseguró que la “medida más relevante” puesta en marcha por el Ejecutivo central ha sido la del tope del gas, una “solución ibérica" que, explicó, “para la especificidad concreta de Portugal y España”, permite establecer un tope al gas con el fin de que, en el mercado mayorista, “los precios del gas no condicionen y determinen el conjunto de los precios de las energías de manera absolutamente desproporcionada”.

Una medida que, manifestó, “ya está teniendo efectos positivos para amortiguar la inflación”. “No para hacerla desaparecer, en tanto que las causas estructurales son múltiples y son de varios factores”, prosiguió, para recalcar que, en apenas una semana desde el inicio de su aplicación, “habría reducido ya entre un diez y un 30% la factura de la electricidad”.

“Tenemos que entender que, gracias a esta medida, el precio del megavatio hora está por debajo significativamente del precio que se da, por ejemplo, en Francia o en Italia, vecinos nuestros”, detalló, para incidir en que este hecho se da “expresamente gracias a la medida del tope del gas establecida por el Gobierno de España” y "adicionalmente" por la "fortaleza relativa" del país "en cuanto al peso de las energías renovables en ese mix energético que configura el mercado mayorista”.