Así lo expresó Gentolini en un evento organizado por la Representación de la Comisión Europea en España sobre la implementación del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia en el país, donde estuvo acompañado por el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.

“Es importante saber que teniendo en cuenta el plazo de finalización de 2026, que es un plazo definitivo, la segunda parte del Plan va a ser más complicada que la primera”, adelantó, ya que “las inversiones van a llegar un punto crítico en su implementación”. En ese sentido, tildó de “crucial” mantener “el mismo nivel de compromiso y de ambición que se ha manifestado hasta la fecha”.

Pidió “agilizar la implementación” de los fondos europeos, lo que supone “grandes retos sobre todo en lo relacionado con la absorción de sumas tan grandes” de dinero. Defendió que para una aceleración de los Next Generation EU es “importante” seguir reforzando “la capacidad de las administraciones, mejorar la coordinación entre las autoridades a todos los niveles y la comunicación de las oportunidades de financiación existentes”.

Gentolini reconoció que, pese a que las simulaciones de la Comisión Europea indican que las inversiones podrían situar el PIB de España en el 3,5% hasta 2025, el impacto positivo de las reformas estructurales “todavía es incalculable” y “los beneficios podrían ser mayores”. También reiteró el compromiso de Bruselas de estar al lado de los países “en cada paso del camino” y puntualizó que “conseguir que el Plan sea un éxito en los próximos años es algo que no deberíamos dar por sentado”. Por último, indicó que España “ha dado pasos enormes”, ya ha cubierto “121 hitos y objetivos y recibido 38.000 millones” en ayudas directas.