Monterio manifestó en el encuentro informativo organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, en el que presentó a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que esa cesión de competencias a las comunidades se hará “paso a paso”, aunque no ofreció detalles, ya que dijo que “estamos siquiera a 12 horas desde que se produjo la votación en el día de ayer y, por tanto, ahora tenemos que ver efectivamente cuál es el alcance de estas cuestiones en materia de inmigración”.

Indicó que esta materia “es una preocupación muy importante para un país como España, y también particularmente para aquellas comunidades autónomas de costa, que tienen llegada de personas inmigrantes y que luego hay que hacer un esfuerzo económico y un esfuerzo también de integración de estas personas para que puedan incorporarse con normalidad a la vida cotidiana de nuestro país”.

Montero avanzó que la anunciada cesión “requiere una ley orgánica, que es una ley que se tendrá que tramitar en el Congreso de los Diputados" y reiteró que habrá “tiempo para poder hablar”, si bien afirmó que todo “se hará al amparo de la Constitución”.

NEGOCIACION ‘IN EXTREMIS’

Sobre la jornada de ayer en el Pleno del Congreso, en la que el Ejecutivo tuvo que negociar hasta última hora para salvar dos decretos de los tres que pretendía validar, Montero afirmó: "Más quisiera el Gobierno que 24 o 48 horas antes de que se produzca una votación todo esté absolutamente ya hablado, todo este dialogado y todo esté acordado”.

“Muchas veces las dinámicas de la negociación llevan a que los grupos políticos entiendan que tienen margen para conseguir cosas adicionales hasta que se aprieta el botón, hasta el último minuto y eso prolonga las negociaciones, más allá desde luego de lo que al Gobierno le gustaría”, insistió.

A este respecto, señaló que “el Gobierno también entiende que los grupos políticos, muy distintos, muy diversos, con los que tiene que hablar el Partido Socialista pues tienen sus aspiraciones, tienen sus demandas e intentan llevarlas hasta el último minuto y al límite, y en eso pues ojalá seamos capaces todos de disciplinarnos para que, efectivamente, antes de las votaciones esté todo mucho más claro”.