El real decreto, en cuya elaboración han participado todos los agentes implicados, reduce al mínimo los requisitos de conexión a la red de baja tensión con el fin de facilitar las instalaciones a nivel doméstico, sin menoscabo de la seguridad de las personas y dl sistema eléctrico, gracias a su especificidad para este tipo de instalaciones.

Para ello, se regulan los trámites a efectuar con la empresa eléctrica que va a adquirir la totalidad de la energía producida, las condiciones de conexión, la celebración del contrato, la puesta en marcha de la conexión y las obligaciones del titular.

Además, establece las condiciones técnicas de conexión, atendiendo a criterios de seguridad y calidad del suministro, indicando las funciones que las instalaciones debe cumplir, con el fin de no dar lugar a situaciones peligrosas ni alterar las condiciones de suministro de energía a los usuarios. También se realizan consideraciones respecto a la medida y facturación, protecciones necesarias, puesta a tierra y armónicos.

El ámbito de aplicación está restringido a instalaciones solares fotovoltaicas que vayan a conectarse a redes eléctricas de tensión inferior a 1 kilovatio.

El real decreto facilitará la consecución del Plan de Fomento de las Energías Renovables 000-2010, que fija como objetivo una producción vertida a la red eléctrica procedente de instalaciones solares fotovoltaicas de 0,1 megavatios anuales en el año 2010.