En palabras del propio presidente, este plan "actualiza, amplía y profundiza" el anterior plan puesto en marcha por el Gobierno del PP, que, en su opinión, no cumplió los objetivos marcados.

Pese a los esfuerzos desarrollados hasta ahora, sentenció Rodríguez Zapatero, la presencia de España en Asia y en el área del Pacífico es, "siendo benévolos, escasa".

En Asia vive actualmente el 60% de la población mundial y se calcula que a mediados de siglo será dos tercios del total. Además, el 33% de la riqueza bruta del planeta se genera en esta zona, y en apenas dos décadas superará el 55%.

Ese ritmo de crecimiento demográfico y económico y la cada vez mayor capacidad de influencia de Asia en la esfera internacional justifican, en opinión del presidente, un mayor esfuerzo de España por incrementar su presencia.

Actualmente, unas 250 empresas españolas están implantadas en China, frente a países como Francia, Alemania o Reino Unido, que tienen entre 3.000 y 4.000 empresas actuando en este gigante comercial.

Rodríguez Zapatero considera que España no puede "permitirse el lujo" de seguir ausente de este "centro de gravedad" mundial, y aseguró que Asia será a partir de ahora uno de los ejes prioritarios de la política exterior, junto con Latinoamérica y la ribera mediterránea.

CHINA, JAPON E INDIA

Así lo aseguró en un acto solemne celebrado en Moncloa, acompañado por los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, y ante los embajadores de los países a los que va destinado este plan.

China, Japón, India y Pakistán serán los países con los que España incrementará en mayor medida su esfuerzo para intensificar la relación bilateral.

El plan pretende garantizar una presencia "suficiente" de España en la zona, abriendo nuevas embajadas, consulados, oficinas comerciales y cinco nuevas sedes del Instituto Cervantes.

El Ministerio de Industria ha perfilado, además, un plan integral de desarrollo de mercados específico para cada uno de los tres países en los que se centrará el apoyo a las empresas españolas, que serán China, Japón e India, y que se llevarán, en conjunto, una inversión de 500 millones de euros.

Se aprobarán paquetes de ayudas financieras a las empresas que centren en estos países sus esfuerzos de internacionalización, para planes de inversión, viajes de prospección y aperturas de líneas de crédito.

Habrá también apoyo a la formación de los empresarios españoles para actuar en estos países y se promoverán ferias, estudios e intercambios, con un especial énfasis en el turismo. Una de las medidas contempladas en este plan es la simplificación de los métodos de obtención de visados.

Otro de los objetivos del plan es contribuir desde España a la aproximación mutua entre la Unión Europea y Asia y a la integración plena de los países asiáticos a la comunidad internacional.

La colaboración para la seguridad, la lucha contra el terrorismo, contra el crimen organizado y contra el tráfico ilegal de inmigrantes es otro de los objetivos.

MULTILATERALISMO

En este punto, el presidente no perdió la oportunidad de poner a Afganistán como ejemplo de la acción española gracias "al sacrificio" de los militares españoles, cuya labor comprobó sobre el terreno el pasado lunes. España, dijo, seguirá contribuyendo a la gobernabilidad de este país dentro del "multilateralismo activo" y en colaboración con la OTAN y la ONU.

Otro objetivo concreto marcado en el plan es la ayuda a las víctimas de catástrofes naturales. Camboya, Timor y Bangladesh pasarán a ser objeto directo de la colaboración española, y se mantendrán áreas hasta ahora prioritarias.

Para la promoción de la cultura española en Asia, el último objetivo del plan, se abrirán cinco nuevas sedes del Instituto Cervantes y se crearán intercambios con China, Filipinas e India.

El plan pretende fomentar la investigación sobre la cultura oriental, especialmente sobre China, para que haya "una generación" de españoles capaz de comprender la cultura y la lengua de este país, y viceversa.

Pese a que el esfuerzo en este capítulo tiene un horizonte a muy largo plazo, Rodríguez Zapatero considera que el creciente interés de China por la cultura española permite ser optimista.