"No compartimos en absoluto las palabras del candidato de EH Bildu”, expresó la ministra de Educación y portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la que respondió en nombre de “todo” el Ejecutivo sobre esta cuestión cuando se le preguntó tanto a ella como a la ministra de Sanidad, Mónica García, perteneciente a Sumar.

Alegría también denunció que esta posición de EH Bildu supone un “negacionismo incompatible” con la democracia, que "fue quién derrotó" a ETA, y un “absoluto desprecio” para las víctimas, máxime porque “en este país todos los españoles sabemos que ETA fue una banda terrorista y no reconocerlo no es solo cobarde si no un absoluto desprecio” a la sociedad.

Desde La Moncloa, Alegría insistió en que para el Gobierno "no ha cambiado nada" y con esa "misma seriedad" expresó que "no reconocer que ETA fue una banda terrorista no es ya que que sea absolutamente cobarde, sino que es que es un desprecio enorme" tanto a "todas las víctimas" como "a la sociedad española en su conjunto" porque se trata de "negar lo evidente" de que "gracias al propio Estado de derecho, entre todos, logramos derrotar al terrorismo de ETA".

Además, Alegría se aferró a que el candidato socialista, Eneko Andueza, ha sido "muy contundente" ante la negativa de Otxandiano de considerar terrorismo a ETA cuando ha declarado que "ETA fue un grupo armado que puede tener diversas consideraciones" que, "ya no existe", pero que "fue una banda terrorista y el señor Otxandiano demuestra que es un absoluto cobarde" por no decirlo.

Pese a toda esta crítica, en el Ejecutivo apuntan a que la posición del PSOE no ha cambiado y que siempre han exigido a EH Bildu estos pasos de condena del pasado etarra.

En La Moncloa marcan distancias con lo que supone la relación parlamentaria con la formación que lidera Arnaldo Otegi porque son "perfectamente conscientes" de la proporción "numérica" en el Congreso y que, por tanto, a la hora de tramitar iniciativas que permitan seguir progresando tienen que "hablar con todos los grupos", lo que incluye a este grupo parlamentario.

Pero, al tiempo, dejan claro que hay posicionamientos "inadmisibles" que no pueden compartir, como este, porque no va contra el Gobierno en sí sino contra la sociedad y, especialmente, contra las víctimas y familias del casi millar de personas asesinadas.